El circo electoral y PPK
Desde el inicio de esta campaña electoral los distintos candidatos a la presidencia, por algunos votos y adeptos, han ingresado al vulgarismo, a la payasada, al enfrentamiento no ideológico ni político sino al procaz, al sin-sentido de sus oratorias; pero no todos están manchados de pies a cabezas. Hay, pues, postulantes que no se han visto integrados este circo electoral, lo curioso es que estos personajes aparecen últimos en las encuestadoras, o sencillamente como “otros”. Está de más preguntarnos por qué estos patéticos candidatos están primeros, según las encuestadoras; no vamos a descubrir la pólvora, si respondemos que los peruanos, nosotros, estamos acostumbrados a este tipo de política, mejor dicho pseudopolítica, a reírnos y sacar cara por alguna tontería de cualquier candidato.
Claro, la mayor parte de la población, incluso los que no votan, defiende a su candidato, responde que les gusta su plan de gobierno, sus ideas, su manera de ver el país, su recorrido político; ¡por favor!, cuando sabemos que todo esto no es nada más que respuestas abstractas, la mayor parte de la población votante no lee ni siquiera el periódico para saber que propone su candidato, algunos no tienen los medios para acceder a una cabina de internet y leer más de 100 páginas de un plan que en ocasiones da sueños y que, en peor de los casos, nos dicen que nos van a llevar a un “futuro mejor”. Amen.
Pero, particularmente, el que me parece más ridículo, vulgar, mediocre, limitado, estúpido es el muy conocido PPK (me es tedioso escribir todo su nombre), que desea gobernar un país que, primero, no lo conoce, no sabe que es el Perú. Creo que su manera de hablar lo dice todo, ese acento extranjero, que en ocasiones da risa, trata de explicar nuestra situación y además promete llevarnos a un país mejor (incluida la imagen de un distrito exclusivo), ¿creerá que el Perú es como Estados Unidos? Segundo, su afán de lograr apoyo poblacional lo ha llevado a prostituirse por cuántos canales y programas, que no tienen ningún criterio político sino farandulero, y, lo peor, es que es él quien ha salido ganando; su expansión fotográfica, incluida su mascota, ha sido repartida por todas las redes sociales y en los mensajes sin firma, que exasperan a cualquiera que desea relajarse de tanta basura televisiva. Tercero, porque no tiene ningún interés de quitarse su nacionalidad norteamericana, haciendo creer a incautos y cándidos que lo va hacer. No, pues, señores, él no lo va hacer, ¿para qué?, él sabe muy bien que aún así siendo presidente no va a recuperar todo lo que va a perder si renuncia a la nacionalidad del tío Tom; a menos que se consiga un asesor como Montesinos y sepa renunciar fuera del país.
Por último, esa forma o manera de satanizar a los demás candidatos, de aludirlos con palabras fuera del contexto electoral, buscando ensuciarlos, para que éstos caigan; claro, como PPK sabe atacar de estar forma y también salir ganando, busca esto; a veces es lamentable ver como algunos candidatos, o debería decir sólo uno, caen en estos ataques. Hasta ahora, lo único bueno que he escuchado sobre PPK, es que llegó a su techo, ya no puede subir más, a pesar que algunas encuestadoras ya lo ponen en segundo lugar, la realidad es otra.
No quisiera llevarme el trauma de mi vida si PPK llega a la presidencia, creo que sería catastrófico para nuestro país, que a pesar de sufrir tanto y recuperarse lentamente, no tiene la culpa de tan caótico destino. Basta con leer a César Hildebrandt para poder reconocer a este personaje.
Se dice que muchos de los votantes, decide su voto una semana antes del día de las elecciones. Recapacitemos, no llevemos a nuestro país a manos de otro extranjero, creo que hay otras alternativas mejores. Vote con razón.
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