Recuerdo una clase del profesor Francisco Quiroz quien negaba la existencia de generaciones por ser arbitrarias y porque solo una parte de sus exponentes tenían las mismas ideas. Alberto Flores Galindo en un artículo precioso de 1987 publicado en la revista Márgenes[1] menciona la existencia de una generación del año 1968 apoyado primero en el concepto de que una generación “es el tiempo en que un hombre se parece más a sus amigos que a su familia”; una generación es el periodo donde la época se impone sobre la familia, la institución y la clase social; las generaciones no nacen automáticamente, no tiene una periodicidad especifica, no nacen en una fecha concreta y no son auto denominaciones. Para Galindo “Las generaciones aparecen cuando se produce el peculiar encuentro entre determinados acontecimientos y vivencias; por un lado, y proyectos y actitudes que cohesionan a un grupo de coetáneos no a cualquier grupo (…) por lo común a los profesionales de la ideología, es decir, a los intelectuales”.
La conocida generación 68 es así el resultado de la unión de acontecimientos específicos y de una ideología o la búsqueda de un proyecto en los años 70; se buscaba a partir de proyectos políticos y conflictos sociales encontrar un movimiento intelectual.
Estos acontecimientos a nivel internacional inician el mismo año del 68 en la revuelta estudiantil de mayo en Francia; también está la Guerra de Vietnam, la Revolución Cultural en China, la aparición de movimientos de liberación en América, la muerte de Ernesto “Che” Guevara, la muerte de Martin Luther King y en el Perú el gobierno militar de Velasco Alvarado. Ante todos estos acontecimientos en el Perú surgió una forma de pensar la realidad nacional mezclándola con la teoría intelectual, pero una teoría cambiante alejada de los viejos y rígidos esquematismos marxistas; como fue en Francia ya que la revuelta estudiantil en mayo del 68 era un hecho eufemístico ya que un proceso revolucionario llevado a las calles en Francia trataba entre otras cosas liberarse del “efecto-Marx”. Y es que en el Perú, la Nueva izquierda de finales de los sesenta procedía de las clases media, intelectuales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, UNI, Universidad Agraria de la Molina y de la PUCP que tenían como referencia a los grupos como el MIR, Vanguardia Revolucionaria, PCR y los trotskistas partidos que se seguían manejando con las viejas categorías del marxismo-leninismo; a eso se sumaría las divisiones que generaría el debate URSS/CHINA.
Ante el régimen militar y ante las obras reformistas de Velasco Alvarado tuvo dos efectos: 1) Se desbanderizo a la Izquierda, ya que uno de sus postulados era la reforma agraria, 2) Los intelectuales y jóvenes de “La nueva izquierda” en palabras de Galindo vieron como sus proyectos, sus anhelos, su protagonismo en la historia estaba siendo ocupado por el Estado por lo cual mantuvieron una actitud crítica al régimen militar; si hubieran respaldado al régimen militar de Velasco no hubieran visto a la sociedad desde abajo desde las voces no escuchadas del pueblo sino desde el Estado y el poder. En esta realidad que cambiaba día a día no tuvo su encuentro ya en los libros de teoría, ahora los intelectuales tuvieron que salir a la calle y confrontar con la realidad del pueblo que vivía y que no encajaba en ninguna teoría social. La “nueva izquierda” en esos años invento el termino de “clasismo” en el hecho de la afirmación y defensa de los intereses de una clase social; este clasismo se expreso en los paros y las huelgas en los años 70 como la protagonizaba por los obreros en Cromotex en 1979; esto dio una gran trabajo a los historiadores que ya no hablaban de las clases altas o de los grandes privilegiados sino ahora tenían los sindicatos, las luchas obreras, los campesinos; el mismo Flores Galindo realizo su tesis sobre Los mineros de Cerro de Pasco, se hizo un estudio sobre los esclavos, sobre los artesanos y sobre la lucha de clases de ellos; se tomo esta categoría no como un género abstracto que denota negación y expresión de violencia; se le tomo en el sentido histórico de la palabra para los historiadores analizando cada caso particular dándole un sentido más intelectual, más crítico a la sociedad y a la historia. Se dio por fin en el Perú con la generación del 68 un encuentro entre el saber común y las ciencias sociales. Representantes de esa época serían Julio Cotler, Sinesio Lopez, Alberto Flores Galindo, Manuel Burga, Ricardo Letts, y con su juventud simbólica tanto Anibal Quijano como Pablo Macera; además de esa generación que reconstruyo la historia del Perú en su famosa Nueva Historia General del Perú de la editora Mosca Azul.
La generación del 68 fue una respuesta a un momento en el cual la izquierda se encerraba en sus dogmatismos ante una realidad cambiante; con el nacimiento de la Teología de la Liberación y el levantamiento de Sendero Luminoso en Chuschi se vio la precariedad de la izquierda a nivel intelectual y ante una falta de interpretación de la realidad social como un discurso único; los jóvenes intelectuales que participaron en sus primeros años como “generación” en el Proyecto-Programa-Política dejaron de ser grandes activistas y pasaron a ser críticos sociales más que militantes como lo sería Lucien Febvre; mientras la derecha tenía en Mario Vargas Llosa su árbol intelectual la izquierda se preguntaba donde estaban sus mayores teóricos; aún así los hechos, las agitaciones que se vivió en los años 70 influyeron en la reflexión, en la interpretación, en la crítica de la realidad social peruana de la mano de algunos jóvenes intelectuales, esta generación del 68 influenciada por un marxismo renovado y no dogmatico fundo grandes raíces en el ambiente intelectual y académico más no en el político dejando a la izquierda un lastre que poco a poco le pesaría hasta desprestigiarla como referente teórico, como posibilidad intelectual.
Ahora, ¿Una generación del 2008? Acaso hay similitudes en ambos contextos; no tiene porque haberlos; no existe una regla para establecer generaciones ni hechos que determine una; el objetivo tampoco es denominar a raja tabla una generación por el simple gusto del escritor; el objetivo es simplemente tratar de encontrar factores para poder llamar a un conjunto de amigos, estudiantes y futuros científicos sociales como una posible generación, la generación del 2008. Continúo la próxima semana.
[1] El artículo se título “Generación del 68. Ilusión y realidad”.
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