EL ANTIHÉROE KUBRICK
12 años sin el maestro.
Luis R.
El lunes 07 de marzo pasado se cumple ya 12 años de la muerte del director de cine Stanley Kubrick que producto de un ataque al corazón a los 70 años dejó de existir. Había nacido en el Bronx en 1928 y desde niño tenía un apego al jazz, al ajedrez y a la fotografía; elementos que caracterizarían su posterior obra[1]. En plena época de los grandes Estudios Cinematográficos (Paramount, MGM, RKO etc) Stanley Kubrick a base de pequeños ahorros y préstamos empezó a realizar sus primeras películas cortas, independientes y muy personales. En la mayoría él cubría casi todas las responsabilidades como Director, productor, guionista, director de fotografía y montaje. Posteriormente su inserción en el "Cine Grande" va de la mano con su cinta Atraco Perfecto, una película del clásico cine negro que será el inicio de su carrera, posteriormente poco a poco empezará a tener mayor reconocimiento de público y crítica. El presente escrito no pretende detallar la vida de Stanley Kubrick, no quiere argumentar una forma de hacer cine ni tampoco quiere establecer las etapas en el contenido de su cine. No, nuestras intenciones no son esas, sino queremos entender como este gran director estableció un sello personal en base a los perfiles de sus personajes, específicamente el del “antihéroe”. El antiheroe es aquel que en resumidas cuentas no es bueno, ni malo en términos valorativos, la moral no está establecida por preceptos definidos, sino más bien sus protagonistas forma su propia moral, tal vez hay mucho de Nietzche en el perfil conceptual de los personajes kubrikianos. En suma el cine de Kubrick siempre muestra a un antihéroe que lucha contra el mundo pero siempre es derrotado[2]. Los personajes de Stanley Kubrick desde el Coronel Dax (Senderos de Gloria, 1957) hasta el Soldado Joker (Full Metal Jacket, 1987) tienen perfiles, en historias cargadas de la violencia, muerte, siempre se ve lo inservible del ser humano. Las peliculas de Kubrick muestran la gracia y desgracia de vivir; también se muestra la destrucción de la sociedad producto de su propia evolución (La naranja mecánica, 2001: Una odisea en el espacio). En un mundo concebido así, de forma trágica y agónica, donde los opuestos y binomios tradicionales no tienen sentido, aparecen los antiheroes. La vital importancia de estos personajes en el cine se configuran como personalidades que van mucho más allá de la bondad y maldad, nos caen bien, podemos odiarlos, incluso podemos alabar sus acciones horrendas, los seguimos meticulosamente y dentro del contexto de la película nos identificamos con la sociedad que evidencia. Esto hizo que Kubrick fuera llamado "genio" y luego "director de culto".
El coronel Dax interpretado por Kirk Douglas (Senderos de Gloria, 1957) muestra mucho más allá que su fortaleza durante su estancia en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, su perfil expresa un sentimentalismo humano, una comprensión hacía sus soldados, sobre todo aquellos que no quisieron combatir por tener miedo a morir, y por ello acusados de cobardía. El personaje conmueve, se destruye en las últimas escenas cuando los soldados punto de ser ejecutados por “traición de guerra y cobardía durante los combates contra alemanes. Toda esta historia tiene como telón de fondo, otra vez la miseria humana, en este caso una red de mentiras del alto mando francés que sólo buscaba liberarse de las culpas de las derrotas y demandaba chivos expiatorios, aquí Kirk Douglas juega con la desesperación, lagrimas y furia de los hombres que encerrados saben que van a morir, juega con la desesperación del espectador ante los últimos segundos del fusilamiento esperando que “pase algo”; pero en el cine de Kubrick todo es tragedia y sin la predeterminación de la vida, o el “destino” nos cuenta como el hombre transcurre entre las sendas de su propia vida; Kubrick también juega con las lagrimas de Kirk Douglas en la escena final donde ve a sus otros soldados divertirse, llorar y cantar hasta antes de las batallas de la cual muchos no volverán , quizás él mismo. El coronel Dax es un antihéroe porque en el intento de no permitir que sus soldados sean ejecutados, pierde ante el Alto mando. Esta película fue su primera obra maestra y también su primera película controvertida, esta vez con la sociedad francesa que no pudo tolerar ver a sus “soldados franceses” caracterizados como cobardes, huyendo por miedo ante una batalla.
Casi tres años después Kirk Douglas volvería a trabajar con Kubrick en la épica película Espartaco (1960). Esta vez el actor fetiche interpretaría al conocido esclavo tracio. Kubrick aquí nos muestra la perversidad de los romanos, también la homosexualidad es retratada de manera brillante y camuflada en la escena entre Laurence Olivier y Tony Curtiz cuando el primero le pregunta sobre la posibilidad de comer ostras y calamares sin que por ello los gustos sean excluyentes. En esta película se mostró violencia, muerte, batallas como nunca se hicieron en el cine, es una auténtica película "épica". La película, sin embargo, no es un consolidado de cine de acción, ni puro movimiento secuencial, junto a esos elementos están sentimientos humanos, perversos y afectivos, durante las tres horas del film podemos ver como aparecen meticulosamente a través de los diálogos la tradición, el amor, la esperanza de los hombres, y sobre todo la lealtad en una escena inmoral donde al unísono muchos de los caídos hombres de Espartaco gritan “Im, Spartacus” para impedir que este sea asesinado, hecho que significó la muerte de todos los combatientes derrotados. Una de las inmortales escenas del cine. El antiheroe fue hecho por la historia, pero Kubrick y Douglas, otra vez con las lagrimas imperceptibles, lo engrandecieron. Otra vez hemos a un personaje kubrikiano derrotado ante el inexpugnable mundo romano. Kubrick termina esta película con un Douglas agónico, crucificado, sin posibilidad de hablar y con sus últimas lagrimas al ver que en el horizonte su hijo es libre; ¿Pero libre en mundo de esclavitud?... Nuestro director de cine crea y genera la mayor aguda angustia en la última media hora a Espartaco; podemos ver como es imposible detener la muerte de los esclavos rebeldes que prefieren no traicionar a su líder y morir con él.
Para 1962 había llevado al cine la escandalosa obra del ruso Vladimir Nabokov, Lolita. En esta novela se narra cómo un cuarentón seduce y se enamora de una niña de 12 años; en la película Lolita tenía 14 años y la actriz que la interpreto, Sue Lyon, tenía 16. Humbert Humbert (interpretado por el veterano actor James Mason) es un viejo hombre de rutina que encuentra su esperanza de vida en una bella joven de quien se enamora perdidamente y a quien intenta seducir… pero en realidad es la joven quien lo seduce y lo lleva a la lenta destrucción; el hombre escritor de 40 años para estar cerca de su Lolita se casa con la madre de esta y ocasiona su muerte incidentalmente; se lleva a la joven a la ciudad y es aquí donde nota su error; Lolita cual joven “comienza a vivir” salir con chicos, comportarse a su edad y aunque está aferrada “sentimentalmente” y hasta “carnalmente” (no explícitamente en el cine de Kubrick) al viejo escritor, él sabe que ella tiene el dominio de la relación. Este hecho conlleva a un lento proceso de celos del escritor que lo pierden, lleva a la joven de un lado a otro para que “nadie le quite a su Lolita” hasta que ella misma escapa con otro hombre mayor. Este hecho ocasiona las lagrimas más ridículas y amargas, el hombre adulto llora como un niño, lo pierden psicologicamente, Kubrick muestra como un hombre de letras, intelectual, escritor se convierte en el más vil asesino, luego de presenciar a su Lolita como una mujer casada, esperando un hijo, y comprometida a otro joven enterrado en la pobreza, la humillación del ego masculino al limite. Esta película le costó el veto de la religión católica y el inicio de su exilio y su aislamiento.
Dos años después, en plena guerra fría se filmó Dr. Strangelove, esta cinta no es una película tradicional, es un clásico de humor negro, es un espectáculo colectivo, las escenas nos muestran la locura por el fin, por la guerra. El humor es esencial ya que a partir de los diálogos se satiriza la política, el mundo del autor, se juega con la Guerra Fría, el motivo de preocupación de millares de personas se hizo un motivo de risa. Hasta en los últimos minutos de la película, y de la vida por extensión, aparece el humor y los chistes rancios, pero junto a ello también aparece la locura por el poder, la necesidad guerrera y conspiradora del ser humano, la demanda de estar sobre alguien. También aparece lo irracional de las guerras; más bien la paranoia que genera, en este caso por la inclusión supuestas bacterias en el agua causadas por los rusos. La violencia institucional está presente, la destrucción masiva y mundial no aparecen como el final del destino humano, sino es la decisión de los gobiernos, la vida pende de un dispositivo creado con el único fin de destruir para impedir que el otro tenga el poder. Lo absurdo al límite. Este es un dispositivo imposible de desactivar, que va acompañada por un mayor absurdo comportamiento de los soldados norteamericanos que no se detienen cuando de atacar al enemigo se trata, todo ello bajo el telón de la ignorancia, todo esto acaba con una escena final cuando se ve a un soldado agitando su sombrero fiel estilo de los vaqueros del oeste. Todo ello se traduce en la imposibilidad de trabajar en equipo debido a diferencias políticas, religiosas, étnicas (entre rusos y americanos), muestra que en plena desaparición de la sociedad y en la idea, tan solo idea, de crear une nueva sociedad subterránea aparecen y saltan sobre las diferencias de clase, más violencia y muchas luchas de subsistencia como aconseja el asesor norteamericano, ex nazi, y con la muletilla: “main Fuhrer”, al final él mismo dice ante un público fatal: “La selección natural dará origen a la vida”, el mejor Peter Sellers de la historia.
En 1968 crea su obra maestra 2001: Una Odisea en el Espacio, una película basada en la novela de Arthur C. Clarke El Centinela que ponía sobre la mesa temas como la evolución, el origen del hombre, el origen del conocimiento, Dios, la vida y la muerte, la inteligencia artificial y la existencia de vida extraterrestre; usando como banda sonora piezas clásicas de la música como Richard Strauss o el “Danubio azul” de J. Strauss le da un aire a esta película relatada en cuatro momentos desde unos cuantos australopithecus que son protagonistas de la violencia, de la orgia del poder al descubrir un hueso como arma iniciando la masacre, el asesinato y la explotación hasta la secuencia en luces sicodélicas del protagonista humano a punto de entrar a una sociedad superior que lo devuelven en forma de feto (forma supraterrenal) que permanecer en la órbita terrestre. Tal vez el antihéroe de esta película sea el super ordenador HAL 9000; aquel robot que al tanto de todos los datos del viaje y de la misión intenta, para que todo salga bien, asesinar a todos los humanos a bordo ya que se creé el único capaz de llevar con éxito la misión así pecando de egocentrismo; y estaría a punto de conseguirlo sino es porque Dave, el humano astronauta lo llega a desconectar acabando su vida mientras HAL 9000 canta una canción que desde niño su creador le enseño en una de las escenas más conmovedoras del Cine, la muerte de un ordenador suplicando por su vida; mientras la muerte de los astronautas humanos eran solo parte del error del sistema. Esta obra maestra y pieza máxima del cine universal, considerada película de culto y obra maestra de la ciencia ficción se adelanto a muchos descubrimientos luego hechos por la NASA.
Para 1971 S. Kubrick de la mano de una novela de Anthony Burges nos vuelve a sorprender al mostrarnos la violencia de una sociedad inglesa del futuro donde el sistema de pandillas se ha vuelto mucho más brutal que de los años 50 y 60; antes solo pandillas para pelearse con otras pandillas y cometer delitos menores; pero Stanley Kubrick muestra en La Naranja Mecánica, no a jóvenes rebeldes sin causa con problemas familiares sino a jóvenes “drugos” que reproducen la violencia por puro placer y nada más; es más se hace un contraste en el personaje principal Alex DeLarge interpretado por Malcom McDowell; el líder de la banda que en si contiene lo brutal como la violación a mujeres, el maltrato de inocentes, el robo y el asesinato en contraste con lo suave, lo artístico y lo armonioso de la música de Ludwig Van Beethoven. La película relata en voz en off las vivencias de ese joven que de un sistema violento de la sociedad pasa por un proceso de coerción estatal donde le aplican sustancias para que sienta aversión y pavor a cualquier tipo de violencia; lo que le hace dócil y hasta fácilmente presa de abuso todo a tiempo para que llegue la parte política de la película donde el escritor viudo por la muerte de su esposa que había sido violada por Alex y sus tres amigos en la escena inicial se venga de Alex al someterle a la música de Beethoven; música que el adoraba pero que repugnaba debido a un error en el tratamiento; la película termina con un Alex que es insertado en la sociedad con su forma violenta de existencia pero el libro nos muestra como este joven al crecer cambia de vida a una madurez ordinaria. Alex DeLarge es el personaje más característico de la obra de Stanley Kubrick; es un pillo, un delincuente pero todos nos preocupamos de lo que le pase, estamos pendientes de él, adoramos su forma de hablar, su forma de actuar, su sonrisa maquiavélica y sentimos con el su violencia expresada; pero no puede vivir en la sociedad que lo coacciona, le impide vivir “su” libertad, siendo un anti-sistema le someten por los crímenes cometidos a la prisión (tal vez Foucault nos haga recordar esto). Pero Alex no puede solo con la sociedad y termina como un hombre normal en el libro pero Kubrick no quiso mostrar esto y cierra la película con un Alex en un jacuzzi acompañado de muchas mujeres para celebrar orgiásticamente el regreso a su vida.
Ya en 1975 Ryan O Neal protagonizo a Barry Lyndon de la película del mismo nombre; la película más cara de S. Kubrick en toda su vida donde en plena sociedad inglesa muestra las ambiciones y los sistemas de clase; muestra la vida personal de un joven ingles que producto de su suerte e inteligencia, y también belleza escala de manera alta en la sociedad en plena Guerra de los treinta años, pasando de soldado, asesor de un duque a ser un noble gracias al matrimonio con una joven viuda. Las vivencias y tristezas de Barry Lyndon en esta película de tres horas, muestra una vez más la violencia, la homosexualidad, la ambición, el odio visceral (del hijo adoptivo de Barry hacia él), la inocencia y la muerte al compás de la música fascinante de Sarabanda de Haendel. El antihéroe es Barry Lyndon que hasta la última escena de la película se muestra orgulloso pero sabe que se ve vencido, que el hecho de ya no poseer una pierna lo ha hecho perder el mundo que una vez fue suyo.
Para 1980 incursiona en el cine del terror con una obra de Stephen King, El resplandor donde Jack Torrance es protagonizado por Jack Nicholson donde persigue angustiosamente a su esposa e hijo en una obra clásica que regala muchas escenas que serán repetidas y conmemoradas por el cine contemporáneo; aunque una película menor al igual que Con los ojos bien cerrados de 1999 protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, polémica obra que cierra la vida de S. Kubrick en el cine.
Pero antes en 1987 logra hacer su última obra maestra en una carrera fílmica de obras maestras, Full Metal Jacket o Nacido para Matar; es una sensacional obra de guerra sobre la vida real de los soldados, de sus emociones, del miedo en el campo de batalla, de la normalidad de usar como trincheras edificios donde antes vivía gente en Vietnam; muestra la sangre dura de los marines que son “maquinas de matar” y más violencia cuando el marin “Partemadres” asesina con su ametralladora tanto mujeres, hombres, ancianos y niños inocentes que corren por su vida al ver un helicóptero. La obra es una pieza de dureza desde el campo de entrenamiento con el oficial Hartman que fiel al estilo del instructor duro le hace la vida imposible al fofo marin “Leonard Lawrence” que es llamado pronto “Gomer Pyle”; la violencia reproduce más violencia podría ser el sello de esta película y la que Kubrick nos deja entendido en toda su obra; pronto este traumado soldado Gomer Pyle con la verdad establecida en su mente que es una maquina de matar y atormentado por su instructor y lo miserable de su vida asesina a su opresor y se asesina así mismo; Kubrick nos da unan introducción de esta violencia personal y luego pasa a una violencia institucional de Estados, masacres, bombardeos y más burla por la superioridad racial. Kubrick no enseña la gloria de las batallas, ni de los países, ni soldados condecorados como se ha visto antes; enseña la miseria, el miedo, la muerte, los genocidios y la locura de los soldados en pleno campo de batalla.
La obra fílmica de Kubrick y las consecuencias polémicas que ello implica hacen que el sea protagonista más de una historia de un director de cine amenazado, hundido y sumergido en el desorden de la sociedad que no lo tolera; perseguido por la religión, por el IRA, por la sociedad en general por sus películas consideradas “obras de culto” este director murió sin un reconocimiento, sin ningún premio que pienso que no le debe de haber importado. Kubrick murió y dejo dos aportes grandiosos: “La ideología del antihéroes como aquel que lucha con su mundo y es derrotado (es decir la sociedad que lo coacciona)” y “la violencia reproduce mayor violencia”; el sello personal del antihéroe lo lleva Stanley Kubrick al máximo y así mismo el muere ya hace doce años como aquel que no pudo vencer los parámetros del cine de su momento; conservador, callado no dispuesto a las experimentaciones; pero aún así Stanley Kubrick va contra todo los esquematismos de su tiempo contra el “happy end”[3] y hace duras críticas a la sociedad de su época ya mostradas con anterioridad.
El coronel Dax interpretado por Kirk Douglas (Senderos de Gloria, 1957) muestra mucho más allá que su fortaleza durante su estancia en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, su perfil expresa un sentimentalismo humano, una comprensión hacía sus soldados, sobre todo aquellos que no quisieron combatir por tener miedo a morir, y por ello acusados de cobardía. El personaje conmueve, se destruye en las últimas escenas cuando los soldados punto de ser ejecutados por “traición de guerra y cobardía durante los combates contra alemanes. Toda esta historia tiene como telón de fondo, otra vez la miseria humana, en este caso una red de mentiras del alto mando francés que sólo buscaba liberarse de las culpas de las derrotas y demandaba chivos expiatorios, aquí Kirk Douglas juega con la desesperación, lagrimas y furia de los hombres que encerrados saben que van a morir, juega con la desesperación del espectador ante los últimos segundos del fusilamiento esperando que “pase algo”; pero en el cine de Kubrick todo es tragedia y sin la predeterminación de la vida, o el “destino” nos cuenta como el hombre transcurre entre las sendas de su propia vida; Kubrick también juega con las lagrimas de Kirk Douglas en la escena final donde ve a sus otros soldados divertirse, llorar y cantar hasta antes de las batallas de la cual muchos no volverán , quizás él mismo. El coronel Dax es un antihéroe porque en el intento de no permitir que sus soldados sean ejecutados, pierde ante el Alto mando. Esta película fue su primera obra maestra y también su primera película controvertida, esta vez con la sociedad francesa que no pudo tolerar ver a sus “soldados franceses” caracterizados como cobardes, huyendo por miedo ante una batalla.
Casi tres años después Kirk Douglas volvería a trabajar con Kubrick en la épica película Espartaco (1960). Esta vez el actor fetiche interpretaría al conocido esclavo tracio. Kubrick aquí nos muestra la perversidad de los romanos, también la homosexualidad es retratada de manera brillante y camuflada en la escena entre Laurence Olivier y Tony Curtiz cuando el primero le pregunta sobre la posibilidad de comer ostras y calamares sin que por ello los gustos sean excluyentes. En esta película se mostró violencia, muerte, batallas como nunca se hicieron en el cine, es una auténtica película "épica". La película, sin embargo, no es un consolidado de cine de acción, ni puro movimiento secuencial, junto a esos elementos están sentimientos humanos, perversos y afectivos, durante las tres horas del film podemos ver como aparecen meticulosamente a través de los diálogos la tradición, el amor, la esperanza de los hombres, y sobre todo la lealtad en una escena inmoral donde al unísono muchos de los caídos hombres de Espartaco gritan “Im, Spartacus” para impedir que este sea asesinado, hecho que significó la muerte de todos los combatientes derrotados. Una de las inmortales escenas del cine. El antiheroe fue hecho por la historia, pero Kubrick y Douglas, otra vez con las lagrimas imperceptibles, lo engrandecieron. Otra vez hemos a un personaje kubrikiano derrotado ante el inexpugnable mundo romano. Kubrick termina esta película con un Douglas agónico, crucificado, sin posibilidad de hablar y con sus últimas lagrimas al ver que en el horizonte su hijo es libre; ¿Pero libre en mundo de esclavitud?... Nuestro director de cine crea y genera la mayor aguda angustia en la última media hora a Espartaco; podemos ver como es imposible detener la muerte de los esclavos rebeldes que prefieren no traicionar a su líder y morir con él.
Para 1962 había llevado al cine la escandalosa obra del ruso Vladimir Nabokov, Lolita. En esta novela se narra cómo un cuarentón seduce y se enamora de una niña de 12 años; en la película Lolita tenía 14 años y la actriz que la interpreto, Sue Lyon, tenía 16. Humbert Humbert (interpretado por el veterano actor James Mason) es un viejo hombre de rutina que encuentra su esperanza de vida en una bella joven de quien se enamora perdidamente y a quien intenta seducir… pero en realidad es la joven quien lo seduce y lo lleva a la lenta destrucción; el hombre escritor de 40 años para estar cerca de su Lolita se casa con la madre de esta y ocasiona su muerte incidentalmente; se lleva a la joven a la ciudad y es aquí donde nota su error; Lolita cual joven “comienza a vivir” salir con chicos, comportarse a su edad y aunque está aferrada “sentimentalmente” y hasta “carnalmente” (no explícitamente en el cine de Kubrick) al viejo escritor, él sabe que ella tiene el dominio de la relación. Este hecho conlleva a un lento proceso de celos del escritor que lo pierden, lleva a la joven de un lado a otro para que “nadie le quite a su Lolita” hasta que ella misma escapa con otro hombre mayor. Este hecho ocasiona las lagrimas más ridículas y amargas, el hombre adulto llora como un niño, lo pierden psicologicamente, Kubrick muestra como un hombre de letras, intelectual, escritor se convierte en el más vil asesino, luego de presenciar a su Lolita como una mujer casada, esperando un hijo, y comprometida a otro joven enterrado en la pobreza, la humillación del ego masculino al limite. Esta película le costó el veto de la religión católica y el inicio de su exilio y su aislamiento.
Dos años después, en plena guerra fría se filmó Dr. Strangelove, esta cinta no es una película tradicional, es un clásico de humor negro, es un espectáculo colectivo, las escenas nos muestran la locura por el fin, por la guerra. El humor es esencial ya que a partir de los diálogos se satiriza la política, el mundo del autor, se juega con la Guerra Fría, el motivo de preocupación de millares de personas se hizo un motivo de risa. Hasta en los últimos minutos de la película, y de la vida por extensión, aparece el humor y los chistes rancios, pero junto a ello también aparece la locura por el poder, la necesidad guerrera y conspiradora del ser humano, la demanda de estar sobre alguien. También aparece lo irracional de las guerras; más bien la paranoia que genera, en este caso por la inclusión supuestas bacterias en el agua causadas por los rusos. La violencia institucional está presente, la destrucción masiva y mundial no aparecen como el final del destino humano, sino es la decisión de los gobiernos, la vida pende de un dispositivo creado con el único fin de destruir para impedir que el otro tenga el poder. Lo absurdo al límite. Este es un dispositivo imposible de desactivar, que va acompañada por un mayor absurdo comportamiento de los soldados norteamericanos que no se detienen cuando de atacar al enemigo se trata, todo ello bajo el telón de la ignorancia, todo esto acaba con una escena final cuando se ve a un soldado agitando su sombrero fiel estilo de los vaqueros del oeste. Todo ello se traduce en la imposibilidad de trabajar en equipo debido a diferencias políticas, religiosas, étnicas (entre rusos y americanos), muestra que en plena desaparición de la sociedad y en la idea, tan solo idea, de crear une nueva sociedad subterránea aparecen y saltan sobre las diferencias de clase, más violencia y muchas luchas de subsistencia como aconseja el asesor norteamericano, ex nazi, y con la muletilla: “main Fuhrer”, al final él mismo dice ante un público fatal: “La selección natural dará origen a la vida”, el mejor Peter Sellers de la historia.
En 1968 crea su obra maestra 2001: Una Odisea en el Espacio, una película basada en la novela de Arthur C. Clarke El Centinela que ponía sobre la mesa temas como la evolución, el origen del hombre, el origen del conocimiento, Dios, la vida y la muerte, la inteligencia artificial y la existencia de vida extraterrestre; usando como banda sonora piezas clásicas de la música como Richard Strauss o el “Danubio azul” de J. Strauss le da un aire a esta película relatada en cuatro momentos desde unos cuantos australopithecus que son protagonistas de la violencia, de la orgia del poder al descubrir un hueso como arma iniciando la masacre, el asesinato y la explotación hasta la secuencia en luces sicodélicas del protagonista humano a punto de entrar a una sociedad superior que lo devuelven en forma de feto (forma supraterrenal) que permanecer en la órbita terrestre. Tal vez el antihéroe de esta película sea el super ordenador HAL 9000; aquel robot que al tanto de todos los datos del viaje y de la misión intenta, para que todo salga bien, asesinar a todos los humanos a bordo ya que se creé el único capaz de llevar con éxito la misión así pecando de egocentrismo; y estaría a punto de conseguirlo sino es porque Dave, el humano astronauta lo llega a desconectar acabando su vida mientras HAL 9000 canta una canción que desde niño su creador le enseño en una de las escenas más conmovedoras del Cine, la muerte de un ordenador suplicando por su vida; mientras la muerte de los astronautas humanos eran solo parte del error del sistema. Esta obra maestra y pieza máxima del cine universal, considerada película de culto y obra maestra de la ciencia ficción se adelanto a muchos descubrimientos luego hechos por la NASA.
Para 1971 S. Kubrick de la mano de una novela de Anthony Burges nos vuelve a sorprender al mostrarnos la violencia de una sociedad inglesa del futuro donde el sistema de pandillas se ha vuelto mucho más brutal que de los años 50 y 60; antes solo pandillas para pelearse con otras pandillas y cometer delitos menores; pero Stanley Kubrick muestra en La Naranja Mecánica, no a jóvenes rebeldes sin causa con problemas familiares sino a jóvenes “drugos” que reproducen la violencia por puro placer y nada más; es más se hace un contraste en el personaje principal Alex DeLarge interpretado por Malcom McDowell; el líder de la banda que en si contiene lo brutal como la violación a mujeres, el maltrato de inocentes, el robo y el asesinato en contraste con lo suave, lo artístico y lo armonioso de la música de Ludwig Van Beethoven. La película relata en voz en off las vivencias de ese joven que de un sistema violento de la sociedad pasa por un proceso de coerción estatal donde le aplican sustancias para que sienta aversión y pavor a cualquier tipo de violencia; lo que le hace dócil y hasta fácilmente presa de abuso todo a tiempo para que llegue la parte política de la película donde el escritor viudo por la muerte de su esposa que había sido violada por Alex y sus tres amigos en la escena inicial se venga de Alex al someterle a la música de Beethoven; música que el adoraba pero que repugnaba debido a un error en el tratamiento; la película termina con un Alex que es insertado en la sociedad con su forma violenta de existencia pero el libro nos muestra como este joven al crecer cambia de vida a una madurez ordinaria. Alex DeLarge es el personaje más característico de la obra de Stanley Kubrick; es un pillo, un delincuente pero todos nos preocupamos de lo que le pase, estamos pendientes de él, adoramos su forma de hablar, su forma de actuar, su sonrisa maquiavélica y sentimos con el su violencia expresada; pero no puede vivir en la sociedad que lo coacciona, le impide vivir “su” libertad, siendo un anti-sistema le someten por los crímenes cometidos a la prisión (tal vez Foucault nos haga recordar esto). Pero Alex no puede solo con la sociedad y termina como un hombre normal en el libro pero Kubrick no quiso mostrar esto y cierra la película con un Alex en un jacuzzi acompañado de muchas mujeres para celebrar orgiásticamente el regreso a su vida.
Ya en 1975 Ryan O Neal protagonizo a Barry Lyndon de la película del mismo nombre; la película más cara de S. Kubrick en toda su vida donde en plena sociedad inglesa muestra las ambiciones y los sistemas de clase; muestra la vida personal de un joven ingles que producto de su suerte e inteligencia, y también belleza escala de manera alta en la sociedad en plena Guerra de los treinta años, pasando de soldado, asesor de un duque a ser un noble gracias al matrimonio con una joven viuda. Las vivencias y tristezas de Barry Lyndon en esta película de tres horas, muestra una vez más la violencia, la homosexualidad, la ambición, el odio visceral (del hijo adoptivo de Barry hacia él), la inocencia y la muerte al compás de la música fascinante de Sarabanda de Haendel. El antihéroe es Barry Lyndon que hasta la última escena de la película se muestra orgulloso pero sabe que se ve vencido, que el hecho de ya no poseer una pierna lo ha hecho perder el mundo que una vez fue suyo.
Para 1980 incursiona en el cine del terror con una obra de Stephen King, El resplandor donde Jack Torrance es protagonizado por Jack Nicholson donde persigue angustiosamente a su esposa e hijo en una obra clásica que regala muchas escenas que serán repetidas y conmemoradas por el cine contemporáneo; aunque una película menor al igual que Con los ojos bien cerrados de 1999 protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, polémica obra que cierra la vida de S. Kubrick en el cine.
Pero antes en 1987 logra hacer su última obra maestra en una carrera fílmica de obras maestras, Full Metal Jacket o Nacido para Matar; es una sensacional obra de guerra sobre la vida real de los soldados, de sus emociones, del miedo en el campo de batalla, de la normalidad de usar como trincheras edificios donde antes vivía gente en Vietnam; muestra la sangre dura de los marines que son “maquinas de matar” y más violencia cuando el marin “Partemadres” asesina con su ametralladora tanto mujeres, hombres, ancianos y niños inocentes que corren por su vida al ver un helicóptero. La obra es una pieza de dureza desde el campo de entrenamiento con el oficial Hartman que fiel al estilo del instructor duro le hace la vida imposible al fofo marin “Leonard Lawrence” que es llamado pronto “Gomer Pyle”; la violencia reproduce más violencia podría ser el sello de esta película y la que Kubrick nos deja entendido en toda su obra; pronto este traumado soldado Gomer Pyle con la verdad establecida en su mente que es una maquina de matar y atormentado por su instructor y lo miserable de su vida asesina a su opresor y se asesina así mismo; Kubrick nos da unan introducción de esta violencia personal y luego pasa a una violencia institucional de Estados, masacres, bombardeos y más burla por la superioridad racial. Kubrick no enseña la gloria de las batallas, ni de los países, ni soldados condecorados como se ha visto antes; enseña la miseria, el miedo, la muerte, los genocidios y la locura de los soldados en pleno campo de batalla.
La obra fílmica de Kubrick y las consecuencias polémicas que ello implica hacen que el sea protagonista más de una historia de un director de cine amenazado, hundido y sumergido en el desorden de la sociedad que no lo tolera; perseguido por la religión, por el IRA, por la sociedad en general por sus películas consideradas “obras de culto” este director murió sin un reconocimiento, sin ningún premio que pienso que no le debe de haber importado. Kubrick murió y dejo dos aportes grandiosos: “La ideología del antihéroes como aquel que lucha con su mundo y es derrotado (es decir la sociedad que lo coacciona)” y “la violencia reproduce mayor violencia”; el sello personal del antihéroe lo lleva Stanley Kubrick al máximo y así mismo el muere ya hace doce años como aquel que no pudo vencer los parámetros del cine de su momento; conservador, callado no dispuesto a las experimentaciones; pero aún así Stanley Kubrick va contra todo los esquematismos de su tiempo contra el “happy end”[3] y hace duras críticas a la sociedad de su época ya mostradas con anterioridad.
[1] http://www.pagaelpato.com/cine/kubrick/kubrick.htm
[2] Nota especial de un programa de “El placer de los ojos” año 2007.
[3] Garcia Escudero, Vamos hablar de Cine.
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