Por: Angela Quispe Huertas
Introducción
La
Cueva de los Casares se encuentra a 4 km de Riba de Saelices en la provincia de
Guadalajara (Catilla-La Mancha) en España. Es mencionada por los escritores
naturalistas españoles, dentro de sus comentarios sobre la región española, en
donde manifestaron que en el fondo de la cueva había un punto lleno de huesos
(CABRÉ 1998: 2) (GONZALES 2003:35), como sugiriendo un lugar de ocupación muy
remota en el tiempo. Pero no es hasta 1933 que Juan Cabré Aguiló lo “descubre”
oficialmente, siendo el primer estudioso de esta cueva y de la Cueva de Hoz.
Dentro
de la cueva existen grabados y pinturas paleolíticas de estilo cantábro-francés,
calificados dentro del periodo Solutrense (CABRÉ 1998: 1)
Las
figuras representadas en la cueva de los Casares ascienden a 169
aproximadamente, entre grabados y pinturas, aunque la gran mayoría de las
figuras representadas son los grabados. Entre estas la mayoría son animales,
sin embargo existe un número apreciable de seres antropomorfos, así como una
pequeña cantidad de figuras abstractas (símbolos, formas circulares y
poligonales, tectiformes, serpentiformes, etc.) (GONZALES 2003:12).
Los
Casares se encuentra en la Meseta, en el Centro de la Península Ibérica, pero
no es la única cueva que existe en ese lugar, sino que hay toda una serie de
cuevas, que probablemente muestra un cierto paralelismo en los grabados. Los
équidos, cérvidos y cápridos de pequeño formato aparecen con igual estilo en La
Griega, El Niño, Turismo, El Reno, Siega Verde y Foz-Coa; pero la particularidad de los
Casares reside en que en ninguno de los yacimiento anteriormente citados
aparece un conjunto tan importante de antropomorfos, ni escenas tan complejas,
ni tantos grabados de animales de fauna fría (GONZALES 2003:30). Es por esto
que citaré una clasificación con respecto a las representaciones antropomorfas
paleolíticas en nueve grandes grupos (GONZALES 2003:32):
a. Antropomorfos
masculinos sin máscara, pero con cabeza zoomorfa o impersonal
b. Antropomorfos
femeninos sin máscara, pero con cabeza zoomorfa o impersonal
c. Antropomorfos
masculinos acéfalos
d. Antropomorfos
femeninos acéfalos
e. Antropomorfos
masculinos con máscara de animal
f. Antropomorfos
con máscara o máscaras aisladas solas sin sexo definido
g. Caras
aisladas solas o varias caras en escena
h. Improntas
manos
i.
Representación de posibles vulvas
Los
grabados considerados antropomorfos son un total de 20, divididos en 7 tipos
(GONZALES 2003:39):
a. Recién
nacidos o “nacientes” 2 (Seno A y otro entre los senos A y B)
b. Niños
2 (Senos A y Seno B)
c. Femeninos
4 (3 en el seno A y uno entre los senos A y B)
d. Masculinos
3 (2 en el seno A y uno en el seno C)
e. Con
máscara 2 (uno en el seno A y otro en el C)
f. Indeterminados
7 (6 en el seno A y uno en el seno C)
Es
presumible que los artistas de la cueva de los Casares utilizaran vasijas
hechas de hueso o de piedra, que llenaría con grasa animal, lo cual les
permitiría alumbrarse por un buen periodo de tiempo, durante el cual plasmaría
sus trabajos en las paredes de la Cueva.(GONZALES 2003: 18).
Luego
de esta pequeña información general sobre la Cueva de los Casares, pasaré a
mencionar algunas teorías para la interpretación del arte rupestre, las cuales
utilizaré para intentar analizar 4 grabados ubicados en la primera parte de la cueva,
los cuales mencionaré más adelante.
Teorías de interpretación de arte
parietal
Comenzaré
mencionando las teorías que utilizaré para el análisis de los grabados[1]:
·
Teoría del totemismo: planteada
inicialmente por Reinach, y que ha tenido apoyos parciales posteriores por
parte de Bégouën y Delporte. Según esta teoría, un determinado animal era
adoptado por la tribu como emblema protector. Esta teoría a su vez, supone que
el animal elegido como tótem es el que aparece representado en la cueva con
mayor profusión y/o de manera preferente
·
Teoría de la magia: planteada por
Reinach Abate Breui (GONZÁLES 2003: 25). Se basa en métodos etnoarqueológicos,
imaginando ritos en el interior de las cuevas, a las que, por esta razón,
denominó santuarios (LOPEZ 2005: 11).
·
Teoría de las cuevas con arte
estructurado: planteada por Max Raphaül, Andre Leroi-Gourhan y Annette Laming-
Emperaire. Leroi-Gourhan en su obra Préhistorie de l’Art Occidental, utiliza
una metodología estructuralista, con la cual afirma que el arte paleolítico
está fundado en dos principios, el
femenino (representado mediante los bóvidos) y el masculino (representado en
los equinos), planteando que la asociación de las figuras fueron premeditadas,
y que esta respondía a una organización de las cuevas, concebidas como
santuarios. Sus conclusiones se apoyaban en las estadísticas y el análisis e
interpretación de las mismas cuevas. (LOPEZ 2005: 12)
·
Teoría del chamanismo: planteado primero
por Mircea Eliade, y actualmente por
Jean Clottes (GONZALES 2003: 26). Jean Clottes plantea que existen tres
aspectos importantes en la hipótesis chamánica la universalidad de determinados
fenómenos, las comparaciones etnológicas y los elementos principales del arte
paleolítico (CLOTTES 2011: 271).
Descripción de los grabados
Primer
grabado: Escena I o Rito chamánico del coito. Este grabado escenifica un coito
entre una pareja de antropomorfos iniciando un ritual, presidido por un gran
falo desproporcionado. El antropomorfo masculino gira su cabeza hacia el
chamán, quien está vestido con una máscara de mamut, quien dirige el ritual.
Hacia la izquierda del chamán aparece un ideado antropomorfo fálico, que podría
ser una derivación del trance chamánico.
Segundo
grabado: Escena II o Alumbramiento. Luego del coito, viene el nacimiento o
alumbramiento, que está representado por un antropomorfo femenino, que
manifiesta un vientre abultado, con una dudosa cabeza de antropomorfo minúscula
que sale debajo del vientre, acompañado de una figura con forma de vulva totalmente
abierta situada a la espalda del antropomorfo. En esta imagen está superpuesta
una silueta en forma de yegua preñada.
Tercer
grabado: Escena III o El Pescador. Luego del alumbramiento, el hombre
tiene que salir en busca de comida para
la sobrevivencia de la pareja, cazando o pescando. El grabado representa a un
antropomorfo masculino lanzándose de cabeza a un río repleto de peces.
Fig. 1 Serie de Grabados ubicados
en el seno A y analizados en este artículo
Análisis de los grabados usando la Teoría del Chamanismo
Los
etnólogos afirman que el chamanismo está ligado particularmente a las economías
de cazadores, siendo entonces el paleolítico superior caracterizado por una economía
cazador-recolector, la hipótesis chamánica es estadísticamente probable (CLOTTES 2011: 269). En el primer grabado
se observa a una ser con máscara de mamut que dirige la ceremonia ritual.
Entonces, la idea de que exista un ser que guie en todos los rituales, es
importante al analizar la figura del chamán con máscara de mamut, pues este es
quien (o son quienes, según el periodo de tiempo que dure este ritual a lo
largo de los años) sabe más que los demás, es el que conoce el más allá, es el
que va a guiar a los al grupo hacia el camino correcto. Entonces, si la cueva
era un lugar especial para estos hombres, entrar en la cueva era como entrar a
otro lugar donde predominaban fuerzas desconocidas, las cuales iban a ser
dominadas por el chamán. Algo que también se debe mencionar, es la oscuridad de
la cueva, que propiciaba las alucinaciones del chamán (CLOTTES 2011: 276),
incluso el hecho de que se hayan alumbrado con antorchas en la cueva no impide
este trance, ya que según como se proyecte la luz, en la cueva se producen distintas
imágenes. Con respecto al coito ritual o la hierogamia, entendida como una
unión sagrada entre seres superiores, que representa
y justifica todas las acciones humanas, siendo el arquetipo de todo un conjunto
de mitos y sistema de rituales (ELIADE 200: 577), pues esta es la clave, el
ritual que ellos deben seguir reproduciendo para que la vida no se interrumpa,
para que las mujeres puedan seguir siendo fértiles, estas puedan alumbrar, para
finalmente seguir con el ciclo de la vida (grabado 2 y 3). Ligado a esta idea
del ritual conducido se puede apreciar en el grabado 4, en el cual se aprecian
2 seres antropomorfos uno más grande que el otro, sumergidos en agua. Esto
sugiere que alguien menor es conducido hacia un ritual, en este caso puede ser
el chamán (sin la máscara de mamut, ya que esta sólo se utilizaría para la
hierogamia) o incluso el padre.
Conclusión
De
este modo, se plantea la utilización de la teoría chamánica para poder
interpretar la sucesión de 4 grabados en la cueva de los Casares. Estos
responden a un ritual que significa continuar con la vida. Definitivamente la
fertilidad y la reproducción son sus principales preocupaciones, ya que
necesitan que la especie continúe sobreviviendo en un medio hostil, en el cual las
condiciones de vida son extremas, siendo un peligro la mortalidad infantil y la
de la madre al dar a luz, la necesidad de la alimentación para poder seguir
subsistiendo.
Esto
los llevó no solo a manifestar su preocupación en el arte parietal, sino manifestarlo
como un ritual que los ayudaba a mantenerse con vida.
Bibliografía
Altuna, J. (1994). Fauna
consumina - fauna representada en el Paleolítico Superior Cantábrico.
Recuperado el 21 de Junio de 2013, de Complutum: http://www.revistas.ucm.es/index.php/CMPL/article/download/.../29969
Barandiaran, I. (1974). El Glotón (Guio Guio L.) en el Arte Paleolítico. Recuperado el 25 de Junio de 2013, de http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/71107/1/El_Gloton_(Guio_Guio_L)_en_el_Arte_Paleo.pdf
Cabré Aguiló, J. (1998). La Cueva de los Casares y de la Hoz. España: Sigüenza.
Clottes, J. (2011). Chamanismo Paleolítico. Recuperado el 23 de Junio de 2013, de www.ehu.es/ojs/index.php/Veleia/article/download/1997/1627
Eliade, M. (2000). Tratado de Historia de las Religiones. Madrid: Ediciones Cristiandad.
Gonzales, A. A. (2003). La Cueva de los Casares (Riba de Saelices). Guadalajara: Ateneo de Madrid.
Gutiérrez, R. M. (2012). Teorías interpretativas del arte rupestre. Recuperado el 23 de Junio de 2013, de Tiempo y Sociedad: http://tiemposociedad.files.wordpress.com/2012/10/teorc3adas-interpretativas-del-arte-rupestre.pdf
Lewis-Williams, J. D. (1994). Rock art and ritual: Southern Africa and Beyond. Recuperado el 28 de Junio de 2013, de Universidad Complutense de Madrid: revistas.ucm.es/index.php/CMPL/article/download/.../29967
López, M. I. (2005). El Arte del Paleolítico Superior I. Recuperado el 15 de Junio de 2013, de Universidad Complutense de Madrid: http://pendientedemigracion.ucm.es/centros/cont/descargas/documento10734.pdf
María Apellániz, J., & Calvo Gomez, F. (2009). La forma del arte paleolítico y la estadística. Bilbao: Universidad Deustuo.
Sauvet, G., H. Layton, T., Tacon, P., & Wlodarczyk, A. (21 de Septiembre de 2006). La structureiconographique d'un art rupestre est-elle une cleff pour son interprétation? Recuperado el 17 de Junio de 2013, de Dialnet: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2318937
Torti, J. L. (1994). Arte paleolítico de la zona meridional de la Península Ibérica. Recuperado el 20 de Junio de 2013, de Complutum: http://revistas.ucm.es/index.php/CMPL/article/view/CMPL9494120163A
Villaluenga, A. (09 de Octubre de 2009). Yacimientos del Pleistoceno Superior en la Península Ibérica con presencia de restos de oso. Recuperado el 28 de Junio de 2013, de Dialnet: dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3146502
[1]
Cabe resaltar que no son las únicas teorías que existen, sino que estas son las
teorías más mencionas en los textos utilizados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario