miércoles, 14 de agosto de 2013

LA CUEVA DE LOS CASARES: RITUALES DE VIDA

Por: Angela Quispe Huertas



Introducción
La Cueva de los Casares se encuentra a 4 km de Riba de Saelices en la provincia de Guadalajara (Catilla-La Mancha) en España. Es mencionada por los escritores naturalistas españoles, dentro de sus comentarios sobre la región española, en donde manifestaron que en el fondo de la cueva había un punto lleno de huesos (CABRÉ 1998: 2) (GONZALES 2003:35), como sugiriendo un lugar de ocupación muy remota en el tiempo. Pero no es hasta 1933 que Juan Cabré Aguiló lo “descubre” oficialmente, siendo el primer estudioso de esta cueva y de la Cueva de Hoz.
Dentro de la cueva existen grabados y pinturas paleolíticas de estilo cantábro-francés, calificados dentro del periodo Solutrense (CABRÉ 1998: 1)
Las figuras representadas en la cueva de los Casares ascienden a 169 aproximadamente, entre grabados y pinturas, aunque la gran mayoría de las figuras representadas son los grabados. Entre estas la mayoría son animales, sin embargo existe un número apreciable de seres antropomorfos, así como una pequeña cantidad de figuras abstractas (símbolos, formas circulares y poligonales, tectiformes, serpentiformes, etc.) (GONZALES 2003:12).
Los Casares se encuentra en la Meseta, en el Centro de la Península Ibérica, pero no es la única cueva que existe en ese lugar, sino que hay toda una serie de cuevas, que probablemente muestra un cierto paralelismo en los grabados. Los équidos, cérvidos y cápridos de pequeño formato aparecen con igual estilo en La Griega, El Niño, Turismo, El Reno, Siega Verde y  Foz-Coa; pero la particularidad de los Casares reside en que en ninguno de los yacimiento anteriormente citados aparece un conjunto tan importante de antropomorfos, ni escenas tan complejas, ni tantos grabados de animales de fauna fría (GONZALES 2003:30). Es por esto que citaré una clasificación con respecto a las representaciones antropomorfas paleolíticas en nueve grandes grupos (GONZALES 2003:32):
a.       Antropomorfos masculinos sin máscara, pero con cabeza zoomorfa o impersonal
b.      Antropomorfos femeninos sin máscara, pero con cabeza zoomorfa o impersonal
c.       Antropomorfos masculinos acéfalos
d.      Antropomorfos femeninos acéfalos
e.       Antropomorfos masculinos con máscara de animal
f.       Antropomorfos con máscara o máscaras aisladas solas sin sexo definido
g.      Caras aisladas solas o varias caras en escena
h.      Improntas manos
i.        Representación de posibles vulvas
Los grabados considerados antropomorfos son un total de 20, divididos en 7 tipos (GONZALES 2003:39):
a.       Recién nacidos o “nacientes” 2 (Seno A y otro entre los senos A y B)
b.      Niños 2 (Senos A y Seno B)
c.       Femeninos 4 (3 en el seno A y uno entre los senos A y B)
d.      Masculinos 3 (2 en el seno A y uno en el seno C)
e.       Con máscara 2 (uno en el seno A y otro en el C)
f.       Indeterminados 7 (6 en el seno A y uno en el seno C)
Es presumible que los artistas de la cueva de los Casares utilizaran vasijas hechas de hueso o de piedra, que llenaría con grasa animal, lo cual les permitiría alumbrarse por un buen periodo de tiempo, durante el cual plasmaría sus trabajos en las paredes de la Cueva.(GONZALES 2003: 18).
Luego de esta pequeña información general sobre la Cueva de los Casares, pasaré a mencionar algunas teorías para la interpretación del arte rupestre, las cuales utilizaré para intentar analizar 4 grabados ubicados en la primera parte de la cueva, los cuales mencionaré más adelante.

Teorías de interpretación de arte parietal
Comenzaré mencionando las teorías que utilizaré para el análisis de los grabados[1]:
·         Teoría del totemismo: planteada inicialmente por Reinach, y que ha tenido apoyos parciales posteriores por parte de Bégouën y Delporte. Según esta teoría, un determinado animal era adoptado por la tribu como emblema protector. Esta teoría a su vez, supone que el animal elegido como tótem es el que aparece representado en la cueva con mayor profusión y/o de manera preferente
·         Teoría de la magia: planteada por Reinach Abate Breui (GONZÁLES 2003: 25). Se basa en métodos etnoarqueológicos, imaginando ritos en el interior de las cuevas, a las que, por esta razón, denominó santuarios (LOPEZ 2005: 11).
·         Teoría de las cuevas con arte estructurado: planteada por Max Raphaül, Andre Leroi-Gourhan y Annette Laming- Emperaire. Leroi-Gourhan en su obra Préhistorie de l’Art Occidental, utiliza una metodología estructuralista, con la cual afirma que el arte paleolítico está fundado en dos principios,  el femenino (representado mediante los bóvidos) y el masculino (representado en los equinos), planteando que la asociación de las figuras fueron premeditadas, y que esta respondía a una organización de las cuevas, concebidas como santuarios. Sus conclusiones se apoyaban en las estadísticas y el análisis e interpretación de las mismas cuevas. (LOPEZ 2005: 12)
·         Teoría del chamanismo: planteado primero por Mircea Eliade,  y actualmente por Jean Clottes (GONZALES 2003: 26). Jean Clottes plantea que existen tres aspectos importantes en la hipótesis chamánica la universalidad de determinados fenómenos, las comparaciones etnológicas y los elementos principales del arte paleolítico (CLOTTES 2011: 271).

Descripción de los grabados
Primer grabado: Escena I o Rito chamánico del coito. Este grabado escenifica un coito entre una pareja de antropomorfos iniciando un ritual, presidido por un gran falo desproporcionado. El antropomorfo masculino gira su cabeza hacia el chamán, quien está vestido con una máscara de mamut, quien dirige el ritual. Hacia la izquierda del chamán aparece un ideado antropomorfo fálico, que podría ser una derivación del trance chamánico.
Segundo grabado: Escena II o Alumbramiento. Luego del coito, viene el nacimiento o alumbramiento, que está representado por un antropomorfo femenino, que manifiesta un vientre abultado, con una dudosa cabeza de antropomorfo minúscula que sale debajo del vientre, acompañado de una figura con forma de vulva totalmente abierta situada a la espalda del antropomorfo. En esta imagen está superpuesta una silueta en forma de yegua preñada.
Tercer grabado: Escena III o El Pescador. Luego del alumbramiento, el hombre tiene  que salir en busca de comida para la sobrevivencia de la pareja, cazando o pescando. El grabado representa a un antropomorfo masculino lanzándose de cabeza a un río repleto de peces.
Cuarto grabado: Escena IV o Rito del Agua y Vida. Cuando el nacido es lo suficientemente mayor, se da paso a un segundo ritual, donde el niño es introducido en el agua, ya sea para enseñarle a pescar o porque el agua simboliza la vida. El grabado representa a la pareja de antropomorfos sumergiendo a su hijo bajo el nivel del río.


Fig. 1 Serie de Grabados ubicados en el seno A y analizados en este artículo

Análisis de los grabados usando la Teoría del Chamanismo
Los etnólogos afirman que el chamanismo está ligado particularmente a las economías de cazadores, siendo entonces el paleolítico superior caracterizado por una economía cazador-recolector, la hipótesis chamánica es estadísticamente  probable (CLOTTES 2011: 269). En el primer grabado se observa a una ser con máscara de mamut que dirige la ceremonia ritual. Entonces, la idea de que exista un ser que guie en todos los rituales, es importante al analizar la figura del chamán con máscara de mamut, pues este es quien (o son quienes, según el periodo de tiempo que dure este ritual a lo largo de los años) sabe más que los demás, es el que conoce el más allá, es el que va a guiar a los al grupo hacia el camino correcto. Entonces, si la cueva era un lugar especial para estos hombres, entrar en la cueva era como entrar a otro lugar donde predominaban fuerzas desconocidas, las cuales iban a ser dominadas por el chamán. Algo que también se debe mencionar, es la oscuridad de la cueva, que propiciaba las alucinaciones del chamán (CLOTTES 2011: 276), incluso el hecho de que se hayan alumbrado con antorchas en la cueva no impide este trance, ya que según como se proyecte la luz, en la cueva se producen distintas imágenes. Con respecto al coito ritual o la hierogamia, entendida como una unión sagrada entre seres superiores, que representa y justifica todas las acciones humanas, siendo el arquetipo de todo un conjunto de mitos y sistema de rituales (ELIADE 200: 577), pues esta es la clave, el ritual que ellos deben seguir reproduciendo para que la vida no se interrumpa, para que las mujeres puedan seguir siendo fértiles, estas puedan alumbrar, para finalmente seguir con el ciclo de la vida (grabado 2 y 3). Ligado a esta idea del ritual conducido se puede apreciar en el grabado 4, en el cual se aprecian 2 seres antropomorfos uno más grande que el otro, sumergidos en agua. Esto sugiere que alguien menor es conducido hacia un ritual, en este caso puede ser el chamán (sin la máscara de mamut, ya que esta sólo se utilizaría para la hierogamia) o incluso el padre.

Conclusión
De este modo, se plantea la utilización de la teoría chamánica para poder interpretar la sucesión de 4 grabados en la cueva de los Casares. Estos responden a un ritual que significa continuar con la vida. Definitivamente la fertilidad y la reproducción son sus principales preocupaciones, ya que necesitan que la especie continúe sobreviviendo en un medio hostil, en el cual las condiciones de vida son extremas, siendo un peligro la mortalidad infantil y la de la madre al dar a luz, la necesidad de la alimentación para poder seguir subsistiendo.
Esto los llevó no solo a manifestar su preocupación en el arte parietal, sino manifestarlo como un ritual que los ayudaba a mantenerse con vida.

Bibliografía

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Cabré Aguiló, J. (1998). La Cueva de los Casares y de la Hoz. España: Sigüenza.

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[1] Cabe resaltar que no son las únicas teorías que existen, sino que estas son las teorías más mencionas en los textos utilizados.

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