martes, 22 de enero de 2013

CONOCER PARA VALORAR: CAMPOY Y SU PATRIMONIO CULTURAL


Por Silvia Pablo Caqui
Estudiante de 4º año de la Escuela de Historia (UNMSM)
Miembro del Grupo de Investigaciones Sociales Annalicemos  Hist8ria

INTI RAYMI EN CAMPOY 2011

Fuente: http://fortalezadecampoy.blogspot.com/2010/11/monografia-historia-de-san-juan-de.html

Estamos en el mes de Lima, y que mejor motivo para hablar sobre un distrito de ella en particular, San Juan de Lurigancho, que entre sus territorios alberga una localidad, Campoy, que en los últimos años está promoviendo la conservación y difusión de su patrimonio cultural, sumándose a la labor del ministerio de cultura. Una muestra de cómo las mismas personas tratan de cuidar su riqueza histórica.

Este artículo está inspirado en una obra que va creciendo día a día desde que se inició, hace 4 años, cuando cursaba el quinto grado de secundaria. Es una reflexión sobre la juventud y el papel de los educadores, es también una experiencia propia, es un reconocimiento a algunas personas (profesores, alumnos) y a un colegio, que me formaron. Hace un buen tiempo me pidieron que plasmara mi testimonio, y es hasta ahora que lo hago. Nosotros como historiadores investigadores buscamos difundir temas de estudio y reflexiones sobre la historia, y en esta oportunidad fomentamos la valoración del patrimonio cultural a través de las redes sociales.

En la Institución Educativa Daniel Alcides Carrión 0090 de Campoy, ubicada en S.J.L, un grupo de alumnos liderados por un profesor[1], en el año 2008 iniciaron diferentes actividades para conservar su patrimonio. Se trata de la Huaca Fortaleza de Campoy[2] , ubicado en las faldas del cerro El Chivo,  un complejo arquitectónico que cumplió el rol de un centro administrativo, por sus altos muros,  que demuestran su imponencia y por sus recintos acondicionados, para almacenar los productos de la zona, e intercambiarlos, ya que se han encontrado varios morteros y batanes para moler granos. También por su ubicación geográfica, que sería estratégica, desde el cual se observa las zonas del río Rímac, los campos de cultivo, el canal de regadío, el centro administrativo y el mismo cerro[3]. La huaca en conjunto con el centro ceremonial y religioso de Mangomarca[4], y demás sitios arqueológicos de Lima, formó parte del señorío Ychma, datada en el intermedio tardío, época en la que también pertenecía al Curacazgo de Ruricancho, su ciclo de desarrollo sería aproximadamente entre los 900 – 1470 d. C.[5]

Campoy, como el distrito de San Juan de Lurigancho y toda Lima, posee una gran historia, tanto precolombina como republicana, y hay muchos estudios sobre ella. En este articulo busco resaltar que en la actualidad existen muchos distritos y localidades que poseen patrimonio cultural, y aunque muchas de ellas no necesariamente le prestan una adecuada conservación y difusión cultural, por diferentes motivos, existen algunos casos en los que las personas se esfuerzan por realizar tal trabajo. Es precisamente el caso de Campoy.

Continuando con la narración de mi experiencia. Después que un grupo interesado en valorar su patrimonio decidiera poner las manos a la obra e iniciar acciones para conservarlo y transmitir tal misión a sus aledaños, nos invitaron a formar parte del proyecto denominado “Conociendo y valorando el patrimonio cultural monumental Huaca Fortaleza de Campoy”. El trabajo en conjunto lo presentaríamos a un concurso entre los colegios de Campoy, y luego, si resultaba ganador, a nivel de la UGEL 05. Efectivamente, logramos pasar y nos presentamos al siguiente nivel donde también resultamos entre los puestos que había de concursar en la XVIII Feria Escolar Nacional de Ciencia y Tecnología (FENCYT) en el 2008. Ya para ese momento, habíamos logrado pasar dos etapas y nos hallábamos en la tercera etapa, la regional, donde concursaríamos con todas las regiones del Perú. La presentación del proyecto fue un éxito colectivo, todo el colegio apoyó, tanto profesores, alumnos, y padres de familia. Fue un año decisivo donde nos orientamos a la visión de conservar y difundir la riqueza histórica. Sin duda se me escapan muchos detalles de aquel entonces, tal vez porque los recuerdos se mezclan y se confunden entre sí, lo cierto es que ese año inició un nuevo horizonte para el colegio, donde el entusiasmo de los del 3er grado “C” de secundaria, contagió el espíritu de todos, que se sumaron a tan labor ardua.

El trabajo, para ese entonces, había constituido toda una serie de actividades; como jornadas de limpieza arduas en pleno sol, hay que indicar que en primer momento la Huaca Fortaleza de Campoy, se hallaba en un completo abandono, donde era escena de partidos de fulbito entre los jóvenes, era también espacio de encuentros entre las parejas, y para muchos aledaños funcionaba como centro de acopio de desperdicios[6]. Se hizo también talleres de dibujos, talleres de retablos ayacuchanos con motivos de San Juan de Lurigancho y Campoy, talleres de tablas de Sarhua con los mismos matices, talleres de confecciones de ropa textil con motivos incaicos. Una de las tantas actividades a resaltar, se inició el circuito turístico por las zonas arqueológicas de San Juan de Lurigancho. El recorrido iniciaba en la Huaca Fortaleza de Campoy, luego en Mangomarca, en sus templos, viejo y nuevo, después en Canto Chico, también se visitaba El Pueblito (plaza principal de S.J.L) y se concluía en la zona de Canto Grande, donde se observaba los petroglifos y geoglifos y las canteras del lugar, en el anexo 22 de Jicamarca. Los alumnos encargados explicaban en cada zona una parte de su historia, poniendo énfasis en que el objetivo principal era valorar el patrimonio arqueológico. Este grupo de guías ha ido adquiriendo cada año a nuevos integrantes, de tal manera que se hace continuo, mientras unos terminan el colegio, los de menores grados se suman y asumen la responsabilidad del guiado, se denominan el grupo “Kusi Sonqo”, que significaría un grupo con el corazón alegre.

Otra de las actividades, tan importantes como las otras, que supo atraer gran cantidad de gente curiosa por la labor realizada, ha sido la fiesta del Sol, el Inti Raymi, que en homenaje a la celebración del 24 de junio de la ciudad de Cuzco, se realiza cada tercer domingo de junio en la plaza central de la Huaca Fortaleza de Campoy[7]. Esta fiesta además de promover la difusión y el conocimiento sobre la huaca misma, ayuda al desarrollo económico y turístico de las viviendas que se hallan en el lugar. El Inti Raymi en Campoy durante sus inicios contó con un apoyo a nivel interno del colegio y padres de familia, pero  a medida que ha transcurrido los años, se han sumado diferentes instituciones, entre colegios, y algunos programas de difusión, pues muchos están reconociendo esta gran tarea y se están sumando a la actividad. Muestra de ello son los diferentes reportajes que se han transmitido en la televisión [8], también los proyectos que vienen realizando las universidades con el lugar, y un gran logro, la promoción de la puesta en valor de la Huaca Fortaleza de Campoy.

He presentado una parte del proyecto, hablado desde mi experiencia, en la actualidad el avance es espectacular, y sigue creciendo y orientándose a otros espacios. Se promueve el cuidado del patrimonio natural, las Lomas de Mangomarca, otro avance es la gran cantidad de gente que se va sumando en los guiados turísticos, se ha ampliado las zonas de visitas arqueológicas, no solamente se visita la huaca, sino también otros centros como el cerro El Gallo y La Vizcachera, parte también de Campoy, etc. Mi presente artículo se suma a la difusión de tales obras, y de muchas otras que pudieran existir, en cada espacio, pues de lo que se trata es de fomentar experiencias que permitan cuidar el patrimonio que se posee. Aunque  en esta presentación no he mencionado detalladamente los obstáculos, por los que pasó, que sin duda existieron, y algunos continúan. Someramente diré que al inicio el principal opositor fueron las mismas personas que poblaban el Asentamiento Humano Manuel Matsuda, ubicada en la entrada al recinto arqueológico, pues creían que los afectaba directamente, sin embargo, el proyecto, ha demostrado que en realidad se busca darles alternativas de desarrollo, mediante el turismo, aunque las disputas todavía se mantienen, cada vez la gente va comprendiendo la importancia de esta tarea. Por ello, creo que antes de mostrar lo negativo, debemos mostrar lo que se va avanzado y por qué no, continuar con el ejemplo de esta labor, que empezó de la forma más humilde, para este caso, y que ahora constituye una apuesta por la conservación del patrimonio cultural y por el futuro, a la vez que fortalece la identidad de estas localidades.



[1] Arturo Vásquez Escobar, profesor en Historia y Ciencias Sociales. Me es grato escribir este artículo y señalar el esfuerzo que hasta ahora mantiene en conjunto con sus colegas, los alumnos, padres del colegio D.A.C-0090
[2] Nombre otorgado por sus paredes perimétricas de doble muro, que sorprenden por su altura, inmensas vistas del suelo. ABANTO, Julio (2007) “Reseña de la Arqueología de Campoy”. En: http://www.julioabanto.sjl.pe/2008/06/resea-de-la-arqueologa-de-campoy.html. Consultado: 18/01/2013
[3] Loc. Cit.
[4] Mangomarca sería un centro ceremonial y religioso par los Ruricancho, ello porque la estructura de la del templo nuevo es una pirámide trunca. Véase: http://fortalezadecampoy.blogspot.com/2010/11/monografia-historia-de-san-juan-de.html
[5] VEGA, Elida (2012) “Lurigancho: Distrito bendecido por Huacas” En: Turismo e Identidad. pp. 24-31
[6] Para más detalles, con fotos y muestras de las afirmaciones, Véase: http://fortalezadecampoy.blogspot.com/2010/11/monografia-historia-de-san-juan-de.html
[7] El Inti Raymi en la Huaca Fortaleza de Campoy, lleva  realizándose 5 años consecutivos desde el 2008, y este año continúa en junio.
[8] Véase: http://www.youtube.com/watch?v=4y8YVuXeOWk

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