lunes, 19 de agosto de 2013

Reseña de LAS ALMAS DEL PURGATORIO: El diario espiritual y vida anónima de Úrsula de Jesús, una mística negra del siglo XVII.

Por Viviana Paola H.[1]


Nancy E. van Deusen publicó en el 2004 el libro Thesouls of Purgatory: The Spiritual Diary of a Seventeenth-Century Afro-PeruvianMystic, Úrsula de Jesús y fue traducido al español por Javier Flores Espinoza por el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú el año pasado.
Este libro está constituido por dos partes, la primera aborda el mundo de Úrsula de Jesús –aquí la autora realizó una introducción sobre este personaje-, y en la segunda parte se encuentra el Diario espiritual de la venerable Úrsula de Jesús –escrito por ella misma, y por otras personas  cercanas a ella en otras oportunidades.

Lima amurallada
Podemos encontrar en esta lectura una recreación de cómo fue Lima en 1612, se la presenta sumida bajo una segregación social así como los personajes que se encontraban dentro de ella y sus alrededores. Ella pudo observar las distintas instituciones que adornaban aquella ciudad como palacios, conventos, iglesias, beaterios, etc. Por otro lado, hallamos descripciones sobre la mentalidad de la población de aquella época, había un ánimo muy desaforado sobre el purgatorio –donde se encontraban en constante sufrimiento las ánimas-, y esto generaría diferentes consecuencias determinando el comportamiento de los hombres. Se desarrollará la necesidad a recurrir a ciertos personajes para dar soluciones a estos problemas, serán las místicas las encargadas de ello, ya que ellas tendrán los dones para aliviar estás almas atormentadas, y poder liberarlas. Eso demostraría que en este periodo el purgatorio se había ganado bastantes adeptos, ya que el solo pensar que podían llegar ahí y sufrir determinó ciertas conductas de los hombres.

Convento de Santa Clara[2]
Podemos observar diversos pasajes que nos describen la la organización de este convento, así como sus características. El propósito es ejemplificarnos la mirada sobre  uno de los lugares más significativos para Úrsula de Jesús. Se nos manifiesta la posible influencia de los jesuitas, y eso debido a los diversos libros encontrados ahí. En cuanto a su organización, estaba constituido por  las monjas de velo negro y de velo blanco,  y la servidumbre estaba constituido por las donadas, las  criadas y las esclavas. En consecuencia, hablamos que entre la servidumbre se originó un estatus. Esto conllevó a la diferenciación en el momento de realizar determinadas tareas. Por otro lado, según las normas de ese tiempo, los sirvientes y esclavos no podían traspasar al número de monjas. Esto no se cumplió, y esto lo comprueba Van Deusen al mostrarnos un cuadro poblacional del Convento de Santa Clara de Lima en el intervalo de 1625 – 1669, donde ocurría una desproporción, ya que el número de monjas era igual al de las sirvientas y esclavas. Otra normativa que se erigió lo dio el Concilio de Trento ya que prohibió a las monjas individuales  tener propiedades, y si en caso lo hacían debían manifestar en un documento que donaban a sus esclavas, esto significaba que ellas estarían al servicio principalmente de la comunidad, y que en sus tiempos libres, podían dedicárselos a su ama. Es así que bajo esta condición Úrsula de Jesús ingresó al Convento. Ante esta situación, una monja, la cual sabía los dones especiales de Úrsula, pagó una dote al Convento para conseguir su condición de donada.  Luego, se pasaría a promover su candidatura como novicia ya que demostraría “[…] sus votos  de pobreza, castidad obediencia y clausura, y obedecer  todas las reglas de la Orden de Santa Clara” (DEUSEN 2005: 22).  Pero, en el texto se nos aclara que antes que Úrsula brinde sus votos, ella ya era confesada y tenía padres confesores. En esa época a ella le habían indicado que debía realizar anotaciones de sus visiones. Así, mismo, se observa que estas visiones guardaban similitudes con los contenidos que se hallaban en los diarios de las místicas medievales y contemporáneas a ella. Este proceso de selección, estaría  bajo la dirección de un capellán. Esta nueva condición que adquiría significaba gozar de un estatus más alto, es decir, estaría exenta de ciertas tareas - no muy pesadas; Úrsula asumirá una labor de redentora, es decir, ayudaría a las almas que se encontraban en el purgatorio

Úrsula de Jesús
Fue una beata mística, hija legítima de la unión entre Juan Castilla y la esclava Isabel de los Ríos. Úrsula pasó al servicio de Gerónima de los Ríos –dueña de su madre-. Es decir, ella desde que pudo valerse por sí misma estaría bajo el régimen de la esclavitud. Luego, en el tramo de su  niñez –aproximadamente 6 o 8 de edad –pasaría a servir a la terciaria franciscana Luisa de Melgarejo Sotomayor, esta convivencia le valdrá tener una aproximación  a la religiosidad debido a que esta beata jesuita fue una de las místicas más cercanas a la primera santa americana, Santa Rosa. Por último, encontramos los hechos ocurridos tras su ingreso al Convento de Santa Clara.
Se nos muestra lo que significó este personaje místico, así como sus características,  y su desarrollo dentro de la orden franciscana. Encontraremos en el texto dos imágenes de ella, en una se puede dilucidar como manifiesta la autora,  el contacto posible que tuvo con la lectura; aunque algunas veces se pone en cuestionamiento si esta beata sabía escribir o leer, pero por las referencias señaladas, al estar bajo la dirección de Luisa de Melgarejo, suponía que si habría tenido acceso a libros religiosos, y a obras de diarios sobre místicas medievalistas. Además, se sabe que Luisa impartía sus conocimientos con otras mujeres. Entonces, sin ir más allá, era común que las esclavas negras que estaban al servicio de personajes místicos como estas, estuviesen prestas a encontrarse en un ambiente de espiritualidad. A esto, se sumará su desarrollo en este ámbito, cuando se encontraba en el monasterio de las clarisas; aquí ella empezó a tener sus visiones; su imagen empezará a generar un prestigio, respeto y generosidad por parte de otras monjas. En el texto se nos menciona que sus visiones empezarían luego de ocurrido un milagro que puso en riesgo su propia vida.
Para muchas místicas tener estás visiones representaba que familiares de aquellas almas sufridas solicitaran su ayuda, y así ellas podían proporcionar la liberación de las almas de sus parientes. Y si se prestaban ayuda a esta causa, algunas de ellas recurrían a la aplicación de torturas, y esto debido a que requerían obtener aquel dolor que había enfrentado Jesús a la hora de salvar a los hombres en la cruz. A esto se sumaba que los hombre de la época empezaron a realizar algunas medidas para expiar partes de sus culpas realizando algunos actos como la realización de rituales durante un  funeral; también se empezó a tener consideración a la hora de preparar  un testamento realizándose donativos a un convento, monasterio, o se liberaba a un esclavo o se entregaba algún beneficio para algún sirviente, y esto debido a que demostraría la bondad con su prójimo, se empezaron a fundar cofradías con el fin de servir a la liberación de las alamas en el purgatorio. Por ejemplo, en Santa clara se fundaron dos cofradías, una de las cuales la fundó Úrsula, bajo el nombre de Nuestra Señora del Carmen – sus miembros se especializaban en ser redentoras-. Por esa razón, se nos menciona que está beata mística poseía este don. Y esto último se debió a causa de la influencia que estás clarisas tendrían; así mismo la conducta de estás monjas místicas al servicio de Dios se debían a casusa de la influencia que recibieron por parte de los diversos escritos que leyeron, pinturas –representación simbólica- que obtuvieron de la Edad Media, etc. Por otro lado, podemos encontrar en este escrito unas referencias hacía Rosa de Lima, esta terciaria dominica fue la que se dedicó más a aliviar al sufrimiento de los difuntos en Lima del siglo XVII, ella se ponía en su lugar de ellos y aceptaba el dolor que esto implicaba, esto conllevaría a la gran aceptación y su popularidad.
Por otro lado, cuando nos referimos a la conducta y desarrollo de esta mística donada, encontramos que ella no sufrió tormento físico por estás almas, pero curiosamente tenía el dolor de ser engañada por sus visiones, y esto debido a la condición de la cual ella resultaba desde su nacimiento. Le provocaba incertidumbre pensar que cabía la posibilidad de que sus superiores religiosos cuestionaran la veracidad de sus visiones. Ante esta cuestión, en el texto se nos manifiesta los racismos que vivió y sintió. Pero, como nos señala la autora, esto no ocasionaba que en algún momento Úrsula se describiese como una mujer débil, contrariamente demostraba el hecho de ser fuerte, capaz de seguir fortaleciendo su alma, y sobre todo mostrando obediencia a Dios.
En la condición de donada, ella ante el cambio de estatus, encontró algunas reticencias, una de las cuales sería, aquella sensación de malestar que le provocaba cuando le pedían supervisar a las sirvientas y esclavas en la cocina o enfermería. Por esa razón, una vez más observamos una característica más de Úrsula a la hora de comprender el sufrimiento que podían atravesar estas personas , aquellas penas que atravesaba un esclavo, y de las cuales ella comprendía muy bien, ya que pasó aproximadamente cuarenta y tres años en esa condición. Sin embargo, podemos referirnos a otra característica contrapuesta, la cual luego de tener una enseñanza que Dios le dio, aprendió a mirar con otros ojos algo que ella creía correcto que era pensar el esclavo como propiedad, pero por las vivencias que tuvo cambio su postura.
Así mismo, este libro nos lleva a otro hecho interesante, y es la actuación que manifestará  la Inquisición –ya sea madrileña o limeña- referente a estos casos de misticismo y contacto con Dios. Esta institución religiosa vigilaba a las místicas y ellas debían probar que lo que decían era verdadero, y no era obra del demonio –es decir, una falsa santidad-. Pero no siempre se podía comprobar esto, por esa razón, existieron casos donde fueron enjuiciadas por el tribunal, como refiere Deusen al presentarnos algunos ejemplos de estás beatas.
Finalmente, puedo manifestar lo agradable que significó leer este texto, me llevó a una  sensación de saber y comprender cada vez más a estas mujeres místicas, las órdenes religiosas, la Inquisición, el castigo que se desarrollaron a lo largo de la época colonial del siglo XVII. Así mismo, considero que este libro  nos deja muchas reflexiones sobre la conducta y desarrollo de la terciaria franciscana Úrsula de Jesús.





[1] Estudiante de sexto ciclo de la Universidad Mayor de San Marcos. Miembro del Grupo de Estudios Annalicemos Hist8ria.
[2] Uno de los cinco principales conventos que tenía Lima en aquella época.

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