domingo, 7 de julio de 2013

UNA MIRADA HACIA ATRÁS (2013-2011)




Semana de historia, 2011
Por Viviana Paola H[1].
En este escrito quiero expresar lo que a menudo he observado y comprendido sobre la mirada de los ingresantes frente a los diversos panoramas  que enfrentan. Si bien estoy a puertas de culminar el quinto ciclo, y quizá sea un poco ambicioso tener la razón completamente con lo que diré en adelante, a pesar de eso me permito hoy escribir lo que a menudo he manifestado en conversaciones con amigos y no amigos, compañeros, conocidos dentro del espacio de la facultad de Ciencias Sociales. Específicamente, cuando abordo la denominación de mirada, es hacia los prospectos que un estudiante de primer año tiene sobre todo lo que observa a su alrededor, y lo que hace para conseguir eso. Así mismo, abordo estás líneas limitando mi tiempo y espacio, Centro de Estudiantes de Historia en el intervalo del  2011-2013.

En el 2011 sencillamente fuimos ingresantes[2],  nos hablaron de la existencia de un CEHIS, muchos tomamos a ese espacio como parte de nosotros, con la consigna de lograr cosas para todo  el estudiantado de historia.  Si bien puede sonar como algo quimérico, pues así lo sentimos. En las Asambleas Generales se hicieron notar los sectores de estudiantes que existían. No se puede ocultar que por su naturaleza en este espacio se generen grupos con opiniones e intereses diferentes.  Así mismo, es inadmisible que se haya desarrollado una intolerancia de algunos estudiantes contra otros. Pudo más su discordia, que el hecho de ser capaces de encontrar puntos en comunes. Quizá, faltó tener mayor comprensión de la realidad, pues sabido es, que todos tenemos intereses, la idea es buscar intereses comunes y trabajar bajo estos, lamentablemente un olvido sobre esta regla básica prevaleció durante todo el 2011, y parte del 2012. Nuestro entusiasmo como primer año y las ganas por hacer distintas cosas colectivamente pudieron más, y no mermó un año después, nuestra participación como base con el Centro de Estudiantes; si bien no generamos cambios definitivos en  la configuración de este, quedo el hecho de seguir trabajando con los que dispuestos estaban en hacerlo, y si había que esperar a una base ingresante, lo haríamos. Lo que modestamente podíamos enseñar como estudiantes de segundo año, es a tener actitud y a trabajar bajo un común fundamento de intereses.

Por otro lado, los estudiantes de la Base Doce demostraron tener una actitud desbordante a la hora de colaborar, eso quedó claro con su participación durante casi todo el 2012. A pesar de los inconvenientes que se suscitaron a finales de ese año, la situación se supo sobrellevar, y actualmente las bases con un ánimo de lograr cosas, se encuentran trabajando por el CEHIS.
En este año, asumí el cargo de Secretaria General del Centro de Estudiantes de Historia, esto demanda tener un contacto más directo con los estudiantes de las diferentes bases de la escuela, conocer a los ingresantes de la Base Trece, resultó ser una de las cosas más significativas. Y esto se debe a que pude recordar una vez más, tal como se dio en el 2012, aquel entusiasmo que se tiene cuando uno está en primer año. Dispuestos a estar presentes donde haga falta, hacer lo necesario para conseguir los objetivos. Esto no significa que sólo nos quedemos en  tener las ganas de…, sino de concretizar. Para ello, se requiere tener una adecuada formación y preparación, el hecho de que nos encontremos trabajando en un ámbito que incide en una participación política, eso no se deslinda de ninguna manera de la formación académica. Este último, debe prevalecer más que el primero, básicamente sólo vasta con respondernos, ¿Por qué razón ingresamos a la universidad?.

 Por otro lado, algunos sentimos que no nos podemos escapar de la situación en la que se encuentra nuestra universidad, Facultad o Escuela, y por esa razón nos sumamos a la lucha por defender algunos derechos que sentimos que se encuentran amedrentados por nuestras autoridades. Entonces, se generan dos espacios, que no se contraponen, y que muy bien se pueden llevar de la mano. Si uno decide estar inmerso en estos ámbitos, está bien –dando el lugar que le corresponde  a cada uno-. Al fin y al cabo,  lo que nos llevamos de nuestra vida universitaria a parte de nuestra experiencia adquirida ahí, son los conocimientos que nos deja cada profesor, el aprendizaje de aquellas conferencias, talleres, coloquios o congresos en los cuales decidimos participar, aquellos cursos electivos que enriquecieron nuestra vida académica, y sobre todo los libros que leímos para desarrollar nuestros trabajos de investigaciones, herramientas que servirán para la realización de nuestra tesis. Básicamente, no debemos olvidar lo importante que es para nosotros como estudiantes de historia, leer y escribir. Y sí algo debemos enseñar principalmente a nuestros jóvenes compañeros, es eso.

Considero que si queremos empezar una reconstrucción de nuestro Centro de Estudiantes, eso dependerá de nosotros, en especial de las generaciones jóvenes. Ellas necesitan alicientes para seguir adelante, no restricciones ni subestimaciones. Y como un buen amigo me decía, debe siempre prevalecer el cambio generacional, en un momento de la vida nos toca aprender y en otro el de enseñar; ellos son los que dirigirán lo que les dejamos. Por último, no perdamos la actitud y desarrollemos más nuestras aptitudes.




[1] Estudiante de tercer año de la Universidad Nacional Mayor de San Mracos. Miembro del grupo Histórico Sociales Annalicemos Hist8ria.
[2] Ingresantes que algunas vez fuimos llamados cachimbos, está última utilizado muchas veces con los ánimos de una llamada de atención no tan agradable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena publicación :)