jueves, 30 de agosto de 2012


UNA VISITA A LA “CASA DE LA GASTRONOMÍA PERUANA”*
 
Por Walter Rojas Fox

Generalidades

La Casa de la Gastronomía Peruana fue inaugurada en marzo de 2011, desde los primeros trabajos iniciados a fines de 2010, bajo el gobierno de Alan García Pérez. Se ubica entre los jirones De la Unión y Camaná, terminando de cruzar, desde el norte, el puente del jirón Trujillo. El director ejecutivo de la realización de este museo fue el señor Edgar Quispe Remón, quien se desempeñó como profesor en la UNMSM, en la Facultad de Ciencias Económicas. Su puesta en marcha tuvo como objetivo principal «Integrar la oferta turística con el patrimonio cultural gastronómico, con la finalidad de conservar y promover la riqueza de nuestra cocina, emblema y orgullo del país».[1]

«El proyecto de la Casa de la Gastronomía se ha desarrollado en coordinación con el Instituto Nacional de Cultura y está conformado por dos expedientes.

A) Expediente de acondicionamiento de la infraestructura existente desarrollado por el Plan COPESCO Nacional. Este expediente comprende cambio de pisos, tabiquería de drywall, pintura, mantenimiento de puertas y ventanas, remodelación de baños e instalaciones eléctricas, entre otros.

B) Expediente de elementos museográficos desarrollado por el Instituto Nacional de Cultura. Este expediente esta subdividido en siete (07) ítems de bienes a adquirir: 1. Mobiliario, 2. Gráficas, 3. Replicas de cerámicas y utensilios, 4. Escenografías, maquetas y maniquíes. 5. Equipos, 6. Replicas de productos 7. Varios.»[2]


Visita al sitio

Tuvimos la buena suerte de acceder a las instalaciones de este museo hace unas semanas atrás. Notamos la interesante propuesta de valorar la cultura peruana (con sus elementos autóctonos y mezclas con otras culturas) y los productos que sirvieron y sirven para alimentarse desde tiempo inmemorial. Fue una visita agradable, se nota la presteza de las guías que explican y vigilan la estadía de los visitantes. Cuenta además con un libro de registros para que los espectadores apunten sus impresiones, cosa que es muy importante a la hora de establecer preferencias e intereses de la colectividad nacional (y extranjera). La muestra se presenta no como un todo acabado, sino como un conocimiento que está en constante dinámica y evolución, advirtiéndose el mensaje de ingeniosidad de los diversos pueblos y culturas a lo largo de más de 10 mil años de desarrollo. Posee un área de descanso para interactuar con pantallas que abordan el tema, y permite continuar la visita en unos minutos.


Características museográficas

Entendiendo a la museografía como los diferentes métodos y procedimientos utilizados para dotar de sentido a los objetos del museo, y darles una explicación enmarcándolos adecuadamente en un proceso histórico (Castrillón Vizcarra 1986), el manejo de los elementos museográficos que podemos destacar de la Casa de la Gastronomía Peruana se pueden condensar en los siguientes puntos:
·        Se muestra, mediante una configuración espacial secuencial, y de manera explicativa, la evolución histórica de las diferentes e ingeniosas formas que se han llevado a cabo desde tiempos milenarios, para satisfacer la necesidad básica de la alimentación, utilizando recursos autóctonos y aportes extranjeros, y abordando además los aportes que constituyen los desarrollos regionales (utilizando la clásica diferenciación costa/sierra/selva).

·        Se exterioriza, a través de los diversos elementos (los ingredientes, la forma de preparación, las recetas, los ambientes –cocinas y comedores–, los utensilios, los procedimientos (en el caso del pollo a la brasa) y hasta la vestimenta y características étnicas de los protagonistas), un aspecto de la vida cotidiana tanto de los sectores altos, aristocráticos, como los sectores marginales, en su devenir histórico y en la convivencia, a veces antagónica. La forma de disposición de los aparejos, el uso de objetos como manteles, servilletas, mesas y sillas, los efectos de la luz y por último, el acondicionamiento tridimensional de las diferentes escenas (maquetas) en tamaño natural, nos tratan de acercar más a la realidad de aquellas épocas. 

·        Se presenta, a través de marcos explicativos (texto), la influencia de las sociedades foráneas en la evolución de lo que hoy podemos llamar comida peruana. Los ingredientes semejan en la mayoría de los casos a los ingredientes reales, siendo simples réplicas. La influencia africana, así como la asiática, europea, etc., están representadas con sus ingredientes, sus formas de hacer

·        En realidad, las explicaciones textuales están presentes a lo largo del recorrido complementando eficientemente lo que se puede rescatar de las exposiciones. El uso de un mapa de localización de las diferentes zonas y cultivos, así como la presentación de un cuadro cronológico en el cual se ubican en el tiempo los diferentes ingredientes (pallar, calabaza, frijol, ají y otros)


Conclusiones: una breve comparación.

Hay que decir, en primer lugar, que en un principio debimos realizar un informe sobre la huaca Mateo Salado en Pueblo libre, pero lamentablemente la poca disposición de los encargados y la precariedad e improvisación de las instalaciones, que es un problema de años (a lo que hay que añadir la desaprobatoria invasión de grupos familiares que destruyen poco a poco la zona) cuya solución aún sigue durmiendo el sueño de los justos, aun cuando ya esté listo un proyecto serio desde hace mucho tiempo atrás. Iremos, necesariamente, en alguna otra ocasión, para apreciar la interesante propuesta de un museo desmontable que se planteó a su debido momento (en Castrillón Vizcarra 1986). En varios puntos del perímetro del edificio hay paso libre, que aparte de permitir la entrada indebida, no protege la estructura de la intemperie y otros accidentes meteorológicos.
En fin, en cuanto a la Casa de la Gastronomía..., constituye un museo bien constituido que aunque tiene relativamente poco tiempo de inaugurado, goza de cierta demanda por los visitantes y turistas que quieren conocer más sobre el Perú, sin necesidad de trasladarse a provincias. Sobre todo, quizá lo más importante, es que no cobra por la entrada –al menos no cuando fuimos nosotros–, así que está abierto a cualquier caminante bien intencionado. Cumple con su rol de formar al individuo una identidad a partir de abordar un tema que le es bien conocido, tanto al habitante de la costa como de la sierra y la selva: la comida. Y su ubicación, dentro del centro histórico de la capital, hace más llamativa su visita.




 *Este texto (que es una condensación) se elaboró para el curso de Museografía durante el ciclo 2012-I.
[1] Véase: Adecuación e implementación de la Casa de la Gastronomía Peruana. Lima, Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, plan COPESCO Nacional. http://www.mincetur.gob.pe/plancopesconacional/REGIONES/lima/CASA_GASTRONOMIA/casa_gastronomia.pdf
[2] Ídem.

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