martes, 26 de junio de 2012

HUMORADA. EL PERÚ EN EL LIBRO DE ORO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL TURISMO.

Por Virgilio Freddy Cabanillas Delgadillo


Con descaro, el Estado peruano ha inscrito a nuestro país en el Libro de Oro de la Organización Mundial del Turismo. Aquí algunas ideas de lo que pueden visitar los viajeros en nuestro país:



Cusco:

Vea las magníficas paredes incas con piedras labradas a la perfección. Pero no pase por la calle Loreto. El año 2010 con motivo de las obras del centro comercial Yma Sumac, unas bestias desmontaron un muro inca y lo volvieron a armar, pero no pudieron encajar las piedras con la perfección de los arquitectos antiguos. Se trata del más terrible atentado contra el Patrimonio Monumental, perpetrado a vista y paciencia de todos. Porque en el Cusco nadie vio nada, nadie dijo nada. Ni las autoridades, ni los intelectuales, ni el pueblo. Sólo se dieron cuenta cuando el daño estaba realizado. Se armó un escándalo pero demasiado tarde. ¿Saben cuántos presos hay por este atentado contra la cultura? Ya imaginan la respuesta.

En vez de invitar a turistas, los cusqueños deberían hacer un llamado en busca de ayuda internacional para ver si se puede reparar en algo el daño cometido. Ya descuidaron el Intihuatana de Machu Picchu pero no aprenden.


Madre de Dios:

Viva una experiencia ecológica en los ríos contaminados con mercurio gracias  a la labor esforzada de los buscadores de oro. Bosques destruidos, aguas envenenadas, nativos afectados y problemas sociales como la prostitución infantil y el alcoholismo son los logros de estos señores, mineros informales que no pagan impuestos. Y el Estado, que se hizo de la vista gorda durante décadas, ahora les da más tiempo para que se “formalicen”.


Lima:

En una ciudad que es Patrimonio Cultural del Mundo puede conocer bellos conjuntos monumentales como la Alameda de los Descalzos, el cementerio Presbítero Maestro, la Plaza Dos de Mayo y la Plaza Bolognesi. En todos los casos las esculturas de alto valor estético lucen mutilaciones y la arquitectura del entorno está dañada -e incluso colapsada- y en las noches los sitios se convierten en muladares, fumaderos, urinarios públicos, etc.

También puede visitar -de lejitos nomás- El Buque, una de las quintas más antiguas de la ciudad -y de Latinoamérica- con su arquitectura de telaraña esperando el terremoto que la traiga abajo con todos sus habitantes adentro.

O si lo prefiere vaya de museos. Los más importantes son el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (¿alguien se puede acordar de ese nombre?) y el Museo de la Nación. Las colecciones que poseen son realmente fabulosas y su personal científico excelente, pero el primero tiene una infraestructura de la década del 40 del siglo pasado -y la mitad del museo se desarrolla en una antigua casona- con muchas dificultades para una museografía moderna. El segundo perdió su gran exposición permanente el año 2008 con motivo de las cumbres AL-CUE y APEC. Lo convirtieron en centro de convenciones. Hoy sólo es un pálido reflejo del ayer. Ahora ni siquiera tiene nombre, lo han retirado de la fachada para colocar “Ministerio de Cultura”.

Si antes de visitar los museos quiere conocer sus contenidos en la web, no se moleste, ambas instituciones no tienen página propia, la verdad es que para el  mundo no existen.


Pero el Estado peruano ha inscrito a nuestro país en el Libro de Oro de la Organización Mundial del Turismo...

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