domingo, 18 de septiembre de 2011

Por la laguna de las sombras

LA HERENCIA IZQUIERDO Y EL ARRIBO DE COTILLO

Por Luis Paliza Sanchez

Nosotros, aquellos estudiantes que hemos ingresado durante los años del 2007 y 2008 a la Decana de América, hemos sido víctimas y espectadores, incluso cómplices, de la descalificada labor del ex­-rector Luis Izquierdo. No basta con recordar la firma que éste vendió a la Municipalidad de Lima, entonces alcalde Luis Castañeda Lossio, quién mutiló la universidad y violó su autonomía haciéndose oídos sordos a las manifestaciones estudiantiles, llegando incluso a parar las clases por más de un mes. De igual manera a la pasividad y complicidad frente al ingreso y mantención de grupos “senderistas” en nuestra muy maltratada Casa de Estudios. Sin ni siquiera sentir vergüenza ante las cámaras de televisión, dejando en ridículo a muchos estudiantes, trabajadores y docentes que ocultaban su rostro ante las respuestas fuera de lugar que defendía nuestro dichoso rector hasta entonces. Luis Izquierdo no hizo sino ensuciar el nombre de Universidad y de San Marcos.

Sin embargo, lo que hizo durante su periodo (2006-2011) no fue sino desacreditar a la universidad frente a la sociedad y ante el mundo académico. Pues, la vanagloria de su gestión fue la muy publicitada Acreditación Internacional, divulgándola como la primera universidad del país con este reconocimiento. ¿Será que esta etiqueta la hace ser mejor universidad del Perú y Latinoamérica? Aquella bochornosa propaganda que seguramente pretendió gritar ínfulas al ex­-rector, y que fue, primero, la sorpresa y, luego, el hazmerreír de todos quienes vimos tremenda publicidad donde aparecen las imágenes de sanmarquinos ilustres, pero con nombres mal escritos y, en otros caso, con otros nombres. A eso, nuestro ex­-rector Izquierdo llamó ser considerada la primera universidad del Perú con Acreditación Internacional. Lamentable.

Y, sin ir muy lejos, basta con estar al tanto de los rankings y noticias que nos muestran una grieta aún enorme en comparación con las universidades de Brasil, México, Chile y Argentina; devolviéndonos a nuestra lamentable realidad que se cada vez empeora con personas tan poco preparadas y limitadas en el aspecto académico y administrativo. Pero, quizá a nuestro recordado rector le importó sólo la escena local, donde competimos con la PUCP, la cual está cada vez se aleja más por dos razones claras: su buen manejo administrativo que teje un buen trabajo académico, logrando así mejores niveles en sus profesionales e investigación y, el segundo, que San Marcos está perdiendo el sentido de ser “universidad”, convirtiéndose en la caverna de eternos oportunistas y operadores con intereses antiuniversitarios y, más bien, político. ¿Acaso, el ex–rector Izquierdo se preocupó por divulgar y fortalecer los conocimientos dentro y fuera de la universidad? ¡No!, su única labor que le permitió lograr el “reconocimiento” fue regalar los Doctor Honoris Causa a cualquier fulano que le sea agradable. Es difícil de creer que no reconozca a sanmarquinos ilustres que aún existen entre nosotros, pero que son olvidadas por estas autoridades, como es el caso de Julio Cotler, que hace meses atrás recibió el Doctor Honoris Causa por parte de la PUCP.

¿Qué ha conseguido nuestra universidad estos últimos años? Y ¿A dónde está orientada, con este continuismo que nos dejó Izquierdo?, Debemos reconocer que las limitaciones económicas que sufre San Marcos no permiten un desarrollo gradual en todos los aspectos de la universidad; pero antes del periodo de Izquierdo, según cifras, se estuvo avanzando en lo mencionado. Pero, nosotros mismos, los estudiantes hemos permitido que “desconocidos” como Izquierdo se mantengan en cargos administrativos; vale mencionar que el ex­-rector ha tejido una cadena de corrupción, burocracia y fraude en toda la universidad. En el caso de los estudiantes, de manera conjunta con “operadores políticos” han implantado un clientelismo de votos para Asamblea y Consejo Universitario y Consejo de Facultad. La muestra más clara están en los cargos administrativos que han sido entregados a estos operadores; un ejemplo claro es la dirección del Seminario de Historia Rural Andina a Emilio Rosario, licenciado en Historia (2008), que en estas elecciones universitarias de manera desesperada con un lapicero, hoja y celular a la mano, sumaba los votos de cada facultad, esperando que su “lista” llegue como mayoría en Asamblea y Consejo Universitario, y con ello asegurar al nuevo rector: Pedro Cotillo.

En el caso de los docentes, el fraude y la sinvergüencería fue más que latente. El caso del nuevo Decano de Medicina, al ex-rector Izquierdo no se le ocurrió mejor idea que llevar las ánforas a la ciudad universitaria para contabilizar los votos, cuando ya se había hecho en La Casona y, peor aún, cometió la desfachatez de inventar cifras e imponer un nuevo decano; el señor Pedro Wong, el mismo de la teoría de los dinosaurios y que mostró una vez más que este grupo no tiene ni la capacidad intelectual de manejar estos cargos. No cansado con este fraude, instauró decanos interinos (títeres) para mantenerlos en estos cargos hasta elegir nuevas autoridades: rector y vicerrectores. El caso de la Facultad de Ciencias Sociales, quizá sea también representativo, puesto que el señor –pues ya no merece llamarse docente­– Waldemar Espinoza sigue como decano interino más de un año, cuando el reglamento pide convocar a elecciones antes de 30 días; pero como está dentro del grupo de Izquierdo y Ramírez (ex­-decano de Sociales), tuvo apoyo de éstos y de un grupo de estudiantes que se proclaman defensores de la lucha estudiantil, pero que no son sino estudiantes que “viven” más de 10 años en la universidad y que se agrupan en estas coyunturas electorales.

A pesar de las denuncias que presentaron en los medios periodísticos y televisivos, se llevó a cabo la elección del nuevo Rector, o mejor dicho, se sabía de antemano quién iba ser el ganador, pues con anticipación las propuestas rectorales estaban dentro del grupo de Luis Izquierdo. Pedro Wong y Pedro Cotillo, ambos amigos y compañeros de la mafia de Izquierdo, y con una votación irregular (enseñando los votos) dieron como ganador, al que es hoy nuestro Rector. Esto y mucho más nos dejó Izquierdo, su herencia fue tomada por el actual rector Cotillo.

Pedro Cotillo no es sino la continuidad de Izquierdo, no ha hecho sino tratar con los mismos operadores que hoy tienen cargos en nuestra universidad, de mantener y poner excusas para la designación de decanos y tratar con estudiantes eternos para mantenerse tranquilo en su gestión. Hace poco, nos hemos enterado que nuestro Rector ha tenido conversaciones con la Municipalidad de Lima, ahora está en el cargo Susana Villarán, donde se llegó a un acuerdo de levantar los muros que la gestión pasada mutiló. Con ello, el Rector trata de calmar al estudiante; pero no es suficiente pues aún estamos cayendo en la mediocridad.

Un grupo de docentes y políticos han planteado y han presentado un nuevo proyecto de Ley Universitaria. Es, pues, la alternativa que nuestras universidades deben adoptar, en especial la nuestra, que le devolvería la esencia de ser Universidad, además de suprimir a las nuevas filiales universitarias que alimentan la baja calidad de profesionales en nuestro mercado. Por otro lado, esta nueva Ley podrá asegurar la democracia y el mejor manejo universitario, pues se dispondrá del “Voto universal” que tanta falta le hace nuestra universidad para acabar con los operadores y toda la burocracia que destruye la universidad, convirtiéndola en un mercado para el mejor postor. Por último, los resultados de un buen manejo administrativo y académico darán mejores profesionales con un compromiso social, y no como es hoy.

Es lamentable, pero hasta ahora por parte del Estado, y ni pensar de nuestras autoridades, buscan llevar a primer plano este tema universitario que sufre una crisis. San Marcos ahora está viviendo esta crisis, sufre la inutilidad de sus autoridades. Es necesario el apoyo de estudiantes y docentes, además de políticos para que nuestras universitarias nacionales tengan un nivel académico competitivo y construyan una mejor sociedad.

Sería una pena que estudiantes y docentes que han pasado 5 años de atropellos y ataques por parte del Estado y de las autoridades sanmarquinas, no puedan ver esta transformación en los próximos años. Esperamos que la ruta del nuevo Gobierno y del Ministerio cumplan con darle otro rostro a la universidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo lucho, la universidad esta hecha por estudiantes ¿te imaginas una universidad sin ellos? dejaría der tener la "esencia" como tú la llamas. La participacion de nosotros es vital.Mi idea es no esperar, sino crear.

Luis Paliza dijo...

Es obvio, los estudiantes son los más trascendentes; pero es lamentable que los estudiantes académicamente buenos no sean quienes participen en las elecciones de autoridades, sino estudiantes u operadores políticos que sólo buscan ganar espacios dentro de la universidad. A ellos va mi crítica, por ello rechazo todo tipo de particopación "mafiosa" que destruye y empobrece nuestra universidad