¿QUIÉN ES “NUESTRO” MARX?
Antonio Gramsci en 1918 escribio dos preciosos textos que a partir de una relectura planteo algunos problemas de la política universitario de San Marcos. El primero de estos textos fue “La revolución contra el Capital” publicado en el Il Grido del Popolo, periodico de Turín-Italia, basicamente sostenia la tesís que la Revolución Rusa de 1917 era una revolución contra los planteamientos teoricos contenidos en la monumental obra de Karl Marx, según Gramsci El Capital era en Rusia el libro de los burgueses y no del proletariado, este libro contenia la imperiosa necesidad de la formación de una burguesia de tipo capitalista en Rusia que lo llevaria necesariamente hacia una occidentalización de su cultura, la revolución estalla saliendo de los canones etablecidos por el materialismo histórico según el cual en un país atrasado donde apenas se logran ver atisbos de capitalismo no podría desarrollarse una revolución proletaria, la revolución surgio en la periferia de Europa, en una país atrasado y no en el centro mismo de producción capitalista como Inglaterra o Francia, donde se supone la clase proletariada esta más avanzada a nivel organico e ideológico. El segundo de estos textos era “Nuestro Marx” escrito para el mismo diario, donde cuestiona la categoria de “marxistas” rompiendo con la ortodoxia generada a partir del mecanicismo de la lectura de los textos de Karl Marx, un hombre cuyas bases teoricas fueron cuestionados por los mismos hechos en 1917, y es que Marx según Gramsci no ha escritó un credillo, no es un mesías que hubiera dejado una ristra de parábolas cargadas de imperativos categoricos, de normas indiscutibles, absolutas, fuera de las categorias del tiempo y del espacio[1], Gramsci nos presenta un Marx más humano y menos glorificado, un hombre de ciencia y cuyo aporte es tanto a nivel de teoria como de acción, dueño de un espiritu crítico e intelectual, no establecio una ortodoxia ni un dogma sino una forma de conocimiento que esta en constante cambio y movimiento, “marxistas, todas expresiones desgastadas como monedas que hubieran psado por demasiadas manos”.
Que tienen que ver ambos textos con la política universitaria se preguntaran, textos de hace cerca de 100 años parecen haber sido aportes intelectuales vacios en las cabezas de muchos de nuestros dirigentes y representantes estudiantiles, caen en la peor ortodoxia tradicional y no hay un mínimo de reflexión teorica en sus propuestas.
¿Quién es nuestro Marx?, porque las palabras de Alberto Flores Galindo que a partir del año 1987 con la fundación de SUR. Casa de Estudios del Socialismo intentó repensar el socialismo como propuesta para el Perú, porque sus palabras no son leidas ni siquiera conocidas, porque Alberto Flores Galindo como intelectual de izquierda no es releido y repensado, cual es el pensamiento guía de las juventudes de izquierda de San Marcos, de los espacios y de los gremios, o no existe alguna. El marxismo, pero que marxismo, el ortodoxo de los maximalistas y de los reduccionistas económicos, aquellos que determinan todo a la economía según la teoría del edifico que fue rechazada según el mismo F. Engels en su célebre Carta Engels a Jose Bloch, cuales de todos los marxismos o cuales de todas las teorías “progresistas o revolucionarias” maneja los jovenes de izquierda, el Marx de Gramsci, o el de Lenín o el de Luckacs. Porque después que A. Gramsci con estos dos celebres textos cambio la imagen de Marx y sus postulados teoricos, porque después de eso se sigue manteniendo una ortodoxia barata. Fue Jose Carlos Mariátegui el que propuso repensar la revolución en el Perú desde nuestra propia realidad, pero fue en su honor que un grupo armado en 1983 se levanto en armas copiando el modelo chino a prioristicamente.
Y la pregunta sigue vigente, los jovenes políticos estudiantiles de San Marcos, los espacios de izquierda, los gremios manejan una teoría progresista, revolucionaria, contestataria, o simplemente no tienen alguna y justifican sus actos bajo las banderas del “sentimiento, la indignación y los coyunturalismos que obligan a actuar según las condiciones”. Existe un “Marx” en nuestro medio político-universitario, tenemos alguno, tenemos un pensamiento teorico, hay un debate de ideas y propuestas serias que no se refieran a la rememoración de viejos postulados maoistas totalmente refutados o de los reduccionismos económicos de los marxistas ortodoxos que hace cien años que se les llama maximalistas y parece que por cien años más se les llamara así.
El mundo político universitario puede reflejar las ideas que predominan tristemente, por un lado esta el marxismo ortodoxo común entre los jovenes de izquierda, el reduccionismo económico enseñado en las academias, por otro lado esta la teoría de Lenín sobre la política y el partido, por otro lado están las ideas de Mao Tse Tung sobre la revolución y el partido, también se encuentra las ideas sobre económia y sociedad de Ernesto Che Guevarra y como base de las cuatro teorías que se encarnan claramente en grupos específicos se mecen la fígura indomable e inquebrantable de Jose Carlos Mariátegui, un pensador de los años 20 que no se le ha hecho una relectura ni una crítica salvo el precioso libro de Flores Galindo mencionado. Otros autores como Flores Galindo, A. Gramsci y demás apenas si son conocidos y leidos lo que demuestra la pobreza intelectual de estos espacios de izquierda y las mismas juventudes, se toman como textos sagrados los escritos de Lenin, Mao y Marx sin siquiera tomar en cuenta los estudios históricos o sociológicos recientes que se han hecho.
Cuando me refiero a “Nuestro Marx” no me refiero al pensamiento guía de un clásico teorico de la revolución, me refiero a una propuesta teorica que pueda dirigir las políticas estudiantiles, que simplemente no existen, la mayoría de ellas refutadas o con planteamientos que han sido mejoradas, el escenario político universitario adolece de un paquete de nuevas propuestas teoricas o ignora las que ya existen. “Nuestro Marx”, ¿una propuesta teorica que converja todos los demás?, no estaría nada mal dejar a Jose Carlos Mariátegui por una relectura de Alberto Flores Galindo, que según a mi parecer es el socialista declarado que ha aportado con mayor ahínco al Perú, incluso mucho más que el mismo Mariátegui, aunque nunca militante, sus ensayos, artículos e investigaciones dan a conocer una realidad peruana mucho más profunda de la que el autor de Los siete ensayos pudo llegar a ver en la década de los 30. La propuesta es romper la ortodoxia y repensar desde la realidad presente sin tomar en cuenta modelos teoricos "esquematicos", vale decir el uso de categorias atemporales y aespaciales, la teoría no es un raja tabla donde queda todo comprimido, la propuesta es superar los fantasmas teoricos que tenemos y los que no tenemos y avanzar.
[1] Antonio Gramsci. Antología, p. 37.
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