viernes, 10 de junio de 2011

Por la laguna de las sombras

HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUE HACER


Por Luis Paliza Sanchez


Con esta sentencia inicio esta columna, frente a los desafíos que nos tocará vivir los próximos años. Es ahora cuándo se inicia las expectativas a quien apoyamos: Ollanta Humala. Existió un poco más del 30%, en la primera vuelta, que lo apoyó cualquiera fuesen los motivos, el otro 20% lo hizo en contra de Keiko, o mejor dicho de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos. La dignidad venció al miedo. Sin embargo, aún no maduramos socialmente, casi la mitad del país apoyó la candidatura de la dictadura y el verdadero retroceso. La sociedad está polarizada, y en los próximos años vamos a ser testigos de la intolerancia y del oportunismo político. Tratemos de vencer, otra vez.

Ollanta Humala tiene un buen equipo técnico en su entorno, es un líder que sabe con quién trabaja, por eso es que muchos de ellos son profesionales y técnicos reconocidos que generan una mayor seguridad para nosotros, para muchos que estamos atentos al devenir del país. Es por ello, que los peruanos iniciamos, también, una nueva generación, atrás quedó enterrado la década del 80; encerramos la década del 90 y el nuevo siglo nos ha querido mostrar una oportunidad en estos últimos diez años, que no se ha podido aprovechar al máximo, sino que ha intentado revivir a los muertos para darles nuevas oportunidades. La nueva generación que hoy empieza, esta sociedad, este país debe prepararse para mostrar y mostrarse a sí misma cuanto ha cambiado y madurado desde que se inició como República. El Bicentenario de nuestra independencia es un desafío para todos los peruanos, dónde vamos a dar señal de nuestra madurez política y social.

Para ello, debemos empezar a construir “Nación”, no como idea, sino sociedad. Retratarnos cada día e ir mejorando, dándole color y perfeccionando el patriotismo. Encontrarle la razón de ser peruano. La educación es el camino más claro que todos debemos seguir: desde el colegio, la universidad, la casa y la sociedad. Los paradigmas somos nosotros mismos, pioneros de una esperanza de cambio, en todos sus aspectos, por supuesto. A pesar, de no ser un simpatizante de esta forma de democracia; puedo creer que es, por ahora, una forma de gobierno que busca un equilibrio social y económico, a pesar de que en el Perú es todo lo contrario, y lo que hace es generar desconfianza en los ciudadanos.

En los próximos diez años debemos educar y consolidar, nuestra visión de Nación. Recordemos que el Perú siempre se ha caracterizado por vivir en una pluralidad étnica, que en vez de generar una riqueza cultural, contribuye a la exclusión y a la falta de identidad social, destruye la unidad, paraliza los sacrificados empujones que antropólogos, sociólogos, etnólogos y estudiosos proponen como una base de identidad y sociabilidad. No digamos, “voy a empezar mañana”, ni “voy a empezar cuando todos los hagan”, tampoco, “tenemos mucho tiempo para hacerlo”. El cambio que queremos realizar, que vamos a construir, todos nosotros, incluido el gobierno, empieza desde hoy, desde que nos enfrentamos a la sociedad y su hostilidad. Hoy, busquemos las alternativas, al final nos daremos cuenta que todos llegaremos a la misma cima. Por eso, hay, hermanos, muchísimo por hacer.

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