UNA VISITA A LA “CASA DE LA GASTRONOMÍA PERUANA”*
Por Walter Rojas Fox
Generalidades
La Casa de la Gastronomía Peruana fue inaugurada en marzo de 2011,
desde los primeros trabajos iniciados a fines de 2010, bajo el gobierno de Alan
García Pérez. Se ubica entre los jirones De la Unión y Camaná, terminando de
cruzar, desde el norte, el puente del jirón Trujillo. El director ejecutivo de
la realización de este museo fue el señor Edgar Quispe Remón, quien se
desempeñó como profesor en la UNMSM, en la Facultad de Ciencias Económicas. Su
puesta en marcha tuvo como objetivo principal «Integrar la oferta turística con el patrimonio
cultural gastronómico, con la finalidad de conservar y promover la riqueza de
nuestra cocina, emblema y orgullo del país».[1]
«El
proyecto de la Casa de la Gastronomía se ha desarrollado en coordinación con el
Instituto Nacional de Cultura y está conformado por dos expedientes.
A) Expediente de
acondicionamiento de la infraestructura existente desarrollado por el Plan COPESCO
Nacional. Este expediente comprende cambio de pisos, tabiquería de drywall,
pintura, mantenimiento de puertas y ventanas, remodelación de baños e
instalaciones eléctricas, entre otros.
B) Expediente de
elementos museográficos desarrollado por el Instituto Nacional de Cultura. Este
expediente esta subdividido en siete (07) ítems de bienes a adquirir: 1.
Mobiliario, 2. Gráficas, 3. Replicas de cerámicas y utensilios, 4. Escenografías,
maquetas y maniquíes. 5. Equipos, 6. Replicas de productos 7. Varios.»[2]
Visita al sitio
Tuvimos
la buena suerte de acceder a las instalaciones de este museo hace unas semanas
atrás. Notamos la interesante propuesta de valorar la cultura peruana (con sus
elementos autóctonos y mezclas con otras culturas) y los productos que
sirvieron y sirven para alimentarse desde tiempo inmemorial. Fue una visita
agradable, se nota la presteza de las guías que explican y vigilan la estadía
de los visitantes. Cuenta además con un libro de registros para que los
espectadores apunten sus impresiones, cosa que es muy importante a la hora de
establecer preferencias e intereses de la colectividad nacional (y extranjera).
La muestra se presenta no como un todo acabado, sino como un conocimiento que
está en constante dinámica y evolución, advirtiéndose el mensaje de
ingeniosidad de los diversos pueblos y culturas a lo largo de más de 10 mil
años de desarrollo. Posee un área de descanso para interactuar con pantallas
que abordan el tema, y permite continuar la visita en unos minutos.
Características museográficas
Entendiendo
a la museografía como los diferentes
métodos y procedimientos utilizados para dotar de sentido a los objetos del
museo, y darles una explicación enmarcándolos adecuadamente en un proceso
histórico (Castrillón Vizcarra 1986), el manejo de los elementos museográficos
que podemos destacar de la Casa de la
Gastronomía Peruana se pueden condensar en los siguientes puntos:
·
Se muestra, mediante una configuración espacial
secuencial, y de manera explicativa, la evolución
histórica de las diferentes e ingeniosas formas que se han llevado a cabo
desde tiempos milenarios, para satisfacer la necesidad básica de la
alimentación, utilizando recursos autóctonos y aportes extranjeros, y abordando
además los aportes que constituyen los desarrollos regionales (utilizando la
clásica diferenciación costa/sierra/selva).
·
Se exterioriza, a través de los diversos
elementos (los ingredientes, la forma de preparación, las recetas, los
ambientes –cocinas y comedores–, los utensilios, los procedimientos (en el caso
del pollo a la brasa) y hasta la vestimenta y características étnicas de los
protagonistas), un aspecto de la vida
cotidiana tanto de los sectores altos, aristocráticos, como los sectores
marginales, en su devenir histórico y en la convivencia, a veces antagónica. La
forma de disposición de los aparejos, el uso de objetos como manteles,
servilletas, mesas y sillas, los efectos de la luz y por último, el
acondicionamiento tridimensional de las diferentes escenas (maquetas) en tamaño
natural, nos tratan de acercar más a la realidad de aquellas épocas.
·
Se presenta, a través de marcos explicativos
(texto), la influencia de las sociedades
foráneas en la evolución de lo que hoy podemos llamar comida peruana. Los ingredientes semejan en la mayoría de los casos
a los ingredientes reales, siendo simples réplicas. La influencia africana, así
como la asiática, europea, etc., están representadas con sus ingredientes, sus
formas de hacer
·
En realidad, las explicaciones textuales están presentes a lo largo del recorrido
complementando eficientemente lo que se puede rescatar de las exposiciones. El
uso de un mapa de localización de
las diferentes zonas y cultivos, así como la presentación de un cuadro cronológico en el cual se ubican
en el tiempo los diferentes ingredientes (pallar, calabaza, frijol, ají y
otros)
Conclusiones: una breve
comparación.
Hay que decir, en
primer lugar, que en un principio debimos realizar un informe sobre la huaca Mateo Salado en Pueblo libre, pero
lamentablemente la poca disposición de los encargados y la precariedad e
improvisación de las instalaciones, que es un problema de años (a lo que hay
que añadir la desaprobatoria invasión de grupos familiares que destruyen poco a
poco la zona) cuya solución aún sigue durmiendo el sueño de los justos, aun
cuando ya esté listo un proyecto serio desde hace mucho tiempo atrás. Iremos,
necesariamente, en alguna otra ocasión, para apreciar la interesante
propuesta de un museo desmontable que
se planteó a su debido momento (en Castrillón Vizcarra 1986). En varios puntos del perímetro del edificio hay paso libre, que aparte de permitir la entrada indebida, no protege la estructura de la intemperie y otros accidentes meteorológicos.
En fin, en cuanto a la Casa de la Gastronomía..., constituye un museo bien
constituido que aunque tiene relativamente poco tiempo de inaugurado, goza de
cierta demanda por los visitantes y turistas que quieren conocer más sobre el
Perú, sin necesidad de trasladarse a provincias. Sobre todo, quizá lo más
importante, es que no cobra por la entrada –al menos no cuando fuimos nosotros–,
así que está abierto a cualquier caminante bien intencionado. Cumple con su rol
de formar al individuo una identidad a partir de abordar un tema que le es bien
conocido, tanto al habitante de la costa como de la sierra y la selva: la
comida. Y su ubicación, dentro del centro histórico de la capital, hace más
llamativa su visita.
*Este texto (que es una condensación) se elaboró para el curso de Museografía durante el ciclo 2012-I.
[1] Véase: Adecuación
e implementación de la Casa de la Gastronomía Peruana. Lima, Ministerio de Comercio Exterior y
Turismo, plan COPESCO Nacional. http://www.mincetur.gob.pe/plancopesconacional/REGIONES/lima/CASA_GASTRONOMIA/casa_gastronomia.pdf
[2] Ídem.
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