Por: Brian Mamani
Comenzaré con una pequeña
introducción de como llegué a estar con el profesor Francisco Medina Sánchez:
empezando las clases de primer ciclo, angustiado y nervioso en parte por los
tipos de profesores que me tocarían, algunos son buenos me dijeron. Bueno, el
caso especial fue en el curso de Visión Histórica, curso básico para todas las
escuelas de Ciencias Sociales, mi elección de profesor me llevó con Rolando
Pachas Castilla, que empezó presentando a su jefe de práctica, Ángel Sandoval
Sánchez; pero eso no sería todo, por que amenazó con cambiar el horario de
clase. Los alumnos cayeron fácil, tal vez por la euforia de dormir un poco más,
¿quién sabe? Bueno eso fueron comentarios que me dijeron, pero esto afectaría
mis horarios, así que tuve que soportar la agonía de una larga cola para las
rectificaciones, pensé que seria para mejor. Solo había una opción, Eduardo
Vásquez Monge. Esto no acabaría ahí: todo empezó cuando presentó a su jefe de
práctica Francisco Medina Sánchez, un profesor que ha causado incomodidad no
solo a mi persona, sino a otros estudiantes de historia que se encuentran en el salón,
siendo nosotros el foco de gracia para el profesor, el susodicho del quien voy
a criticar y/o verificar en que se fundamenta los términos con que se
refiere a los historiadores, siendo principalmente comentarios despectivos.
Los calificativos más comunes que
nos otorga el profesor Medina Sánchez, a los historiadores, son las siguientes:
1.
Cuentistas:
Ø
Concepto:
v
adj. y com. [Persona] que cuenta mentiras, chismes, o
que exagera la realidad
v
com. Persona que se dedica a narrar o escribir cuentos
Ø
EL primer término o adjetivo obviamente es muy
ofensivo, el segundo se relaciona; ¿que tuvo que considerar Medina Sánchez para
llegar a decirnos este término? ¿pensó en lo que dijo? ¿solo fue un impulso? ¿resentimiento?
¿sabrá el concepto?
Hay que
tener en cuenta que de acuerdo al modo de enseñanza quenos imparte los
profesores, será como nosotros la plasmemos en otras actividades: si enseña
claro y directo, seremos igual de claros y directos; si es confuso, creará en
nosotros la misma confusión; respondiendo las preguntas, si pensó o no, creo
que lo ofendería si digo que no piensa, asumiré que solo se confundió; fue un
impulso tal vez, seguro no se le ocurrió otro término para referirse a
nosotros; resentimiento es un criterio que me dan algunos compañeros, suena
extraño pero para los que estamos en su clase nos hace ver eso; de saber el
concepto o no, obviamente debe saber, pero se excedió al acuñarnos ese término.
Pero como
hay buenos historiadores también hay malos; lamentablemente el término usado
por Medina Sánchez no se aleja de la realidad, no en todos obviamente, pero hay
algunos que faltan el respeto a la Historia. “Cuenta historias” o “cuentistas”,
estos tipos de profesionales con falta de moral y de honradez intelectual que
existe en la actualidad y desde antes, dejando de lado su labor de historiador,
ni saben ni son honestos, trabajan presos de los prejuicios ideológicos, llenando
sus contenidos e informaciones, que les brindan al público, con un contenido
que se dedica a agitar las masas y a hacer propaganda política, alterando el
relato de los hechos. Es lamentable y vergonzoso, sin duda alguna es una ofensa
a la Historia, y al público amante y/o lector de la Historia.
2.
Chismosos:
Ø
Concepto:
v
adj. y s. Que chismorrea o es aficionado a contar
chismes, murmurar.
Ø
Chismosos, ese término no hace más que solo causarme
risa. No sé el motivo que tuvo para decir eso, yo preferiría decirlo emisarios de la
Historia, que cumplen un fin social que es el de mantener una memoria
colectiva; como decía Charles O. Carbonell: “…Acordarse,
para el, es existir, perder la memoria es desaparecer…”. [1]
Somos los
historiadores los responsables de mantener un registro claro de los
acontecimientos del hombre a través del tiempo, realizar investigaciones que
puedan llenar los vacíos que tiene la Historia a lo largo del tiempo,
investigaciones que aporten nuevos conocimientos, que descifren enigmas de
sociedades antiguas u otros, y todo esto comunicarlo, para el conocimiento y
enriquecimiento del lector, todo en beneficio de las generaciones actuales y
futuras.
3. Chistosos:
Ø
Concepto:
v
adj. y s. Que acostumbra a hacer chistes.
v
adj. Que tiene chiste o gracia.
Ø
En este término no sabría que decir de Medina Sánchez.
Tal vez le parezcamos graciosos como personas, pero cuando lo dijo no lo hizo
con ese sentido, si no que dio a entender que lo que hacemos los historiadores
es una mofa de los acontecimientos del hombre, que somos poco creíbles, que
somos hasta ridículos con nuestras afirmaciones, para mi una ofensa al
historiador. Eso no es todo: afirma que son los arqueólogos los que están cerca
de la verdad, por sus elementos químicos y otras pruebas que hacen que son solo
aproximaciones, que llegan a tener un gran margen de error, algunos hasta
inventan restos, solo por fama, eso sí lo considero chistoso.
4. Perdidos en
el Tiempo:
Ø
Concepto:
v
adj. Que no tiene dueño conocido o destino
determinado.
Ø
Este es el último de los términos que nos dice Medina
Sánchez, dudo que sea el último, pero como justificar esto, no es vanidad mía
pero dicen que los historiadores son los amos del tiempo; es obvio admitir que
hay fechas de las que no se puede decir algo concreto o afirmarlo como
verdadero; según Francesc J. Fortuny: “El
tiempo del historiador es muy suyo; es un producto de su quehacer profesional.
El tiempo del historiador es una de las
especies del tiempo. Una especie de tiempo mucho más condicionante de las
elaboraciones historiográficas que condicionado por ellas. Sin embargo, se genera en la
historiografía a partir de una primera opción conceptualizadora del historiador.”
[2]
No
necesariamente es el historiador el que hace una cronología, pero es una de sus
funciones, el de poner orden y coherencia a los hechos en el tiempo, es
necesario tener las historiografías de una forma ordenada, por ejemplo: Grecia
clásica, la helenística, la medieval, la romántica, la positivista, esto es
necesario para una mejor comprensión del proceso evolutivo del hombre en el
tiempo; en fin, es un pecado para el historiador el no conocer el tiempo
de lo hechos.
En conclusión, solo diré que estos
tipos de comentarios del profesor Medina Sánchez me molestan e incomodan, pueden ser
críticas pero en clase no explica el porqué de esos comentarios, solo dice
que vivimos en nuestro rollo; pero no puedo desmerecer el nivel que tiene su
enseñanza, no es mala, pero tampoco la voy a alabar, da buenos datos, domina el
tema, en parte ordenado, un poco tardón, da buenas lecturas, presiona al
alumnado a leer, y otras buenas que olvido y no las menciono; solo espero
aprender más y... ¡aprobar este curso!
[1] La Historiografía, Charles O. Carbonell, 1° edicion en español, 1986, Fondo de Cultura
Económica
1 comentario:
Me parece interesante tu texto porque es una denuncia pública bastante fluida, sin embargo porqué no le piden que fundamente sus afirmaciones en clase, quizás se genere un buen debate allí. Por otro lado tienes que mejorar lo de las citas (orden en los datos bibliográficos y agregar fecha y hora de consulta a la página web).
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