Por
Silvia Pablo Caqui
Estudiante
de 4º año de la Escuela de Historia (UNMSM)
Miembro
del Grupo de Investigaciones Sociales Annalicemos Hist8ria
Fuente:
http://fortalezadecampoy.blogspot.com/2010/11/monografia-historia-de-san-juan-de.html
Estamos
en el mes de Lima, y que mejor motivo para hablar sobre un distrito de ella en
particular, San Juan de Lurigancho, que entre sus territorios alberga una
localidad, Campoy, que en los últimos años está promoviendo la conservación y
difusión de su patrimonio cultural, sumándose a la labor del ministerio de
cultura. Una muestra de cómo las mismas personas tratan de cuidar su riqueza
histórica.
Este
artículo está inspirado en una obra que va creciendo día a día desde que se
inició, hace 4 años, cuando cursaba el quinto grado de secundaria. Es una
reflexión sobre la juventud y el papel de los educadores, es también una
experiencia propia, es un reconocimiento a algunas personas (profesores,
alumnos) y a un colegio, que me formaron. Hace un buen tiempo me pidieron que
plasmara mi testimonio, y es hasta ahora que lo hago. Nosotros como
historiadores investigadores buscamos difundir temas de estudio y reflexiones
sobre la historia, y en esta oportunidad fomentamos la valoración del
patrimonio cultural a través de las redes sociales.
En la Institución Educativa Daniel
Alcides Carrión 0090 de Campoy, ubicada en S.J.L, un grupo de alumnos liderados
por un profesor[1],
en el año 2008 iniciaron diferentes actividades para conservar su patrimonio. Se
trata de la Huaca Fortaleza de Campoy[2] ,
ubicado en las faldas del cerro El Chivo,
un complejo arquitectónico que cumplió el rol de un centro
administrativo, por sus altos muros, que
demuestran su imponencia y por sus recintos acondicionados, para almacenar los
productos de la zona, e intercambiarlos, ya que se han encontrado varios
morteros y batanes para moler granos. También por su ubicación geográfica, que
sería estratégica, desde el cual se observa las zonas del río Rímac, los campos
de cultivo, el canal de regadío, el centro administrativo y el mismo cerro[3].
La huaca en conjunto con el centro ceremonial y religioso de Mangomarca[4], y
demás sitios arqueológicos de Lima, formó parte del señorío Ychma, datada en el
intermedio tardío, época en la que también pertenecía al Curacazgo de Ruricancho,
su ciclo de desarrollo sería aproximadamente entre los 900 – 1470 d. C.[5]
Campoy,
como el distrito de San Juan de Lurigancho y toda Lima, posee una gran
historia, tanto precolombina como republicana, y hay muchos estudios sobre ella.
En este articulo busco resaltar que en la actualidad existen muchos distritos y
localidades que poseen patrimonio cultural, y aunque muchas de ellas no
necesariamente le prestan una adecuada conservación y difusión cultural, por
diferentes motivos, existen algunos casos en los que las personas se esfuerzan
por realizar tal trabajo. Es precisamente el caso de Campoy.
Continuando
con la narración de mi experiencia. Después que un grupo interesado en valorar
su patrimonio decidiera poner las manos a la obra e iniciar acciones para
conservarlo y transmitir tal misión a sus aledaños, nos invitaron a formar
parte del proyecto denominado “Conociendo y valorando el patrimonio cultural
monumental Huaca Fortaleza de Campoy”. El trabajo en conjunto lo presentaríamos
a un concurso entre los colegios de Campoy, y luego, si resultaba ganador, a
nivel de la UGEL 05. Efectivamente, logramos pasar y nos presentamos al
siguiente nivel donde también resultamos entre los puestos que había de
concursar en la XVIII Feria Escolar Nacional de Ciencia y Tecnología (FENCYT)
en el 2008. Ya para ese momento, habíamos logrado pasar dos etapas y nos
hallábamos en la tercera etapa, la regional, donde concursaríamos con todas las
regiones del Perú. La presentación del proyecto fue un éxito colectivo, todo el
colegio apoyó, tanto profesores, alumnos, y padres de familia. Fue un año
decisivo donde nos orientamos a la visión de conservar y difundir la riqueza
histórica. Sin duda se me escapan muchos detalles de aquel entonces, tal vez
porque los recuerdos se mezclan y se confunden entre sí, lo cierto es que ese
año inició un nuevo horizonte para el colegio, donde el entusiasmo de los del 3er
grado “C” de secundaria, contagió el espíritu de todos, que se sumaron a tan
labor ardua.
El
trabajo, para ese entonces, había constituido toda una serie de actividades;
como jornadas de limpieza arduas en pleno sol, hay que indicar que en primer
momento la Huaca Fortaleza de Campoy, se hallaba en un completo abandono, donde
era escena de partidos de fulbito entre los jóvenes, era también espacio de
encuentros entre las parejas, y para muchos aledaños funcionaba como centro de
acopio de desperdicios[6].
Se hizo también talleres de dibujos, talleres de retablos ayacuchanos con
motivos de San Juan de Lurigancho y Campoy, talleres de tablas de Sarhua con
los mismos matices, talleres de confecciones de ropa textil con motivos
incaicos. Una de las tantas actividades a resaltar, se inició el circuito
turístico por las zonas arqueológicas de San Juan de Lurigancho. El recorrido
iniciaba en la Huaca Fortaleza de Campoy, luego en Mangomarca, en sus templos,
viejo y nuevo, después en Canto Chico, también se visitaba El Pueblito (plaza
principal de S.J.L) y se concluía en la zona de Canto Grande, donde se
observaba los petroglifos y geoglifos y las canteras del lugar, en el anexo 22
de Jicamarca. Los alumnos encargados explicaban en cada zona una parte de su
historia, poniendo énfasis en que el objetivo principal era valorar el
patrimonio arqueológico. Este grupo de guías ha ido adquiriendo cada año a
nuevos integrantes, de tal manera que se hace continuo, mientras unos terminan
el colegio, los de menores grados se suman y asumen la responsabilidad del guiado,
se denominan el grupo “Kusi Sonqo”, que significaría un grupo con el corazón
alegre.
Otra
de las actividades, tan importantes como las otras, que supo atraer gran
cantidad de gente curiosa por la labor realizada, ha sido la fiesta del Sol, el
Inti Raymi, que en homenaje a la celebración del 24 de junio de la ciudad de
Cuzco, se realiza cada tercer domingo de junio en la plaza central de la Huaca
Fortaleza de Campoy[7].
Esta fiesta además de promover la difusión y el conocimiento sobre la huaca
misma, ayuda al desarrollo económico y turístico de las viviendas que se hallan
en el lugar. El Inti Raymi en Campoy durante sus inicios contó con un apoyo a
nivel interno del colegio y padres de familia, pero a medida que ha transcurrido los años, se han
sumado diferentes instituciones, entre colegios, y algunos programas de
difusión, pues muchos están reconociendo esta gran tarea y se están sumando a
la actividad. Muestra de ello son los diferentes reportajes que se han
transmitido en la televisión [8],
también los proyectos que vienen realizando las universidades con el lugar, y
un gran logro, la promoción de la puesta en valor de la Huaca Fortaleza de
Campoy.
He
presentado una parte del proyecto, hablado desde mi experiencia, en la
actualidad el avance es espectacular, y sigue creciendo y orientándose a otros
espacios. Se promueve el cuidado del patrimonio natural, las Lomas de
Mangomarca, otro avance es la gran cantidad de gente que se va sumando en los
guiados turísticos, se ha ampliado las zonas de visitas arqueológicas, no
solamente se visita la huaca, sino también otros centros como el cerro El Gallo
y La Vizcachera, parte también de Campoy, etc. Mi presente artículo se suma a
la difusión de tales obras, y de muchas otras que pudieran existir, en cada
espacio, pues de lo que se trata es de fomentar experiencias que permitan
cuidar el patrimonio que se posee. Aunque
en esta presentación no he mencionado detalladamente los obstáculos, por
los que pasó, que sin duda existieron, y algunos continúan. Someramente diré
que al inicio el principal opositor fueron las mismas personas que poblaban el
Asentamiento Humano Manuel Matsuda, ubicada en la entrada al recinto
arqueológico, pues creían que los afectaba directamente, sin embargo, el
proyecto, ha demostrado que en realidad se busca darles alternativas de
desarrollo, mediante el turismo, aunque las disputas todavía se mantienen, cada
vez la gente va comprendiendo la importancia de esta tarea. Por ello, creo que
antes de mostrar lo negativo, debemos mostrar lo que se va avanzado y por qué
no, continuar con el ejemplo de esta labor, que empezó de la forma más humilde,
para este caso, y que ahora constituye una apuesta por la conservación del
patrimonio cultural y por el futuro, a la vez que fortalece la identidad de
estas localidades.
[1] Arturo Vásquez Escobar, profesor en
Historia y Ciencias Sociales. Me es grato escribir este artículo y señalar el
esfuerzo que hasta ahora mantiene en conjunto con sus colegas, los alumnos,
padres del colegio D.A.C-0090
[2] Nombre otorgado por sus paredes
perimétricas de doble muro, que sorprenden por su altura, inmensas vistas del
suelo. ABANTO, Julio (2007) “Reseña de la Arqueología de Campoy”. En:
http://www.julioabanto.sjl.pe/2008/06/resea-de-la-arqueologa-de-campoy.html.
Consultado: 18/01/2013
[3] Loc. Cit.
[4] Mangomarca sería un centro ceremonial y
religioso par los Ruricancho, ello porque la estructura de la del templo nuevo
es una pirámide trunca. Véase:
http://fortalezadecampoy.blogspot.com/2010/11/monografia-historia-de-san-juan-de.html
[5] VEGA, Elida (2012) “Lurigancho: Distrito
bendecido por Huacas” En: Turismo e Identidad. pp. 24-31
[6] Para más detalles, con fotos y muestras
de las afirmaciones, Véase:
http://fortalezadecampoy.blogspot.com/2010/11/monografia-historia-de-san-juan-de.html
[7] El Inti Raymi en la Huaca Fortaleza de
Campoy, lleva realizándose 5 años consecutivos
desde el 2008, y este año continúa en junio.
[8] Véase:
http://www.youtube.com/watch?v=4y8YVuXeOWk
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