La Edad Media
explicada a los jóvenes[1] de Jacques Le Goff
Por Luis Angel Romero Argomedo
Estudiante de 4to año de Historia (UNMSM)
Pieter Bruegel. El combate del carnaval y
la cuaresma (1559)[2].
Kunsthistorishes Museum, Viena.
“[…] la Edad Media fue el periodo en que
apareció y se construyó Europa”[3]
(J. Le Goff)
Este texto no es una reseña, es más un resumen algo
arbitrario de lo que dice Jacques Le Goff en este maravilloso libro. Escribí
esto con la intensión de hacer más “digerible” la Edad Media y porque los
estudiantes de 4to año de la carrera de Historia recién vamos a llevar este
curso, pero con el nefasto y desafortunado nombre de “Historia Universal.
Feudalismo”. Claro está que están invitados a leer el libro que lo pueden
encontrar en este enlace[4]
que extraje de la famosa página de facebook “El Troll Historiador”, sin embargo
si el tiempo los apremia pueden leer lo que he escrito. Antes de empezar a leer
esto quiero que quede claro que por razones de didáctica la Edad Media –para Le
Goff- es las dos caras de una misma moneda, la primera la “bella” Edad Media y
su contraparte la “fea” Edad Media.
La Edad Media si bien es cierto fue violenta, oscura e
intolerante, también tiene su parte “bella”, y es la de los caballeros, los
torneos, los castillos, las catedrales, los trovadores, los juglares, las
ferias, las peregrinaciones, la búsqueda del Grial, la leyenda de los
Caballeros de la Mesa Redonda, el amor de Tristán e Iseo, la Virgen María, los
Santos, el carnaval, los monstruos, las hadas son característicos de este
periodo que duré nada menos que un milenio.
La Edad Media inicia con la invasión de los bárbaros al
Imperio Romano, por el norte estaban los Germanos y los pueblos del norte de
Europa, por el oeste estaban los Celtas y al este estaban los Húngaros y
pueblos Eslavos. La palabra “invasión” en realidad quiere decir que se trataba
de gente que se desplazaba pacíficamente hacia el sur. Un ejemplo de esto son
los Vikingos que en realidad pudieron haber sido comerciantes que terminaron
asentándose en las costas de Normandía. Como consecuencia de este movimiento
poblacional ocurrieron cambios en la religión de los pueblos, siendo el caso
más emblemático el del rey Franco, Clodoveo, que según cuenta la leyenda[5]
fue convencido por su esposa Clotilde de convertirse al cristianismo hacia el
año 500 d.C.[6]
El autor divide la percepción de la Edad Media entre una
“fea” y una “bonita”, la primera está caracterizada por la explotación del los
campesinos por los señores, la intolerancia de la Iglesia que sometía a los
espíritus independientes (“herejes”) a la inquisición, se practicaba la
tortura, se utilizaban castigos como la hoguera, habían hambrunas, pobreza,
miedo y pánico sobre todo al mar, los bosques y al demonio. En segundo lugar
está la Edad Media de los caballeros, las catedrales, el arte románico y el
arte gótico, y la fiesta. Además el rango más justo e igualitario que
consiguieron las mujeres con respecto a la Antigüedad.
Una parte que me pareció bastante curiosa fue cuando
habló sobre el “caballero”, según Le Goff, este se relaciona al caballo pero no
de cualquier tipo sino al de batalla y que probablemente este llegó de Asia
aproximadamente en el siglo VII. Siendo el caballo de combate una innovación militar y su uso para la
actividad del combate fue algo novedoso que no se utilizó en la antigüedad
romana. Los combates eran efectuados en torneos, de forma individual y por lo
general colectiva, con el propósito de obtener prestigio y honor. La Iglesia se
oponía a la realización de torneos llegando incluso a prohibirlos,
posteriormente desaparecen por las innovaciones armamentistas. Los caballeros
compartían su vida entre el combate y la paz, esto último específicamente visitando
sus tierras, haciendo peregrinaciones, organizando fiestas, asistiendo a
espectáculos de trovadores y juglares, etc.
Retomando el papel de la mujer, alrededor del siglo XII
que es la misma época en la que se difunde la leyenda de los Caballeros de la
Mesa Redonda, se oficializa el matrimonio y la Iglesia prohíbe con más firmeza
la poligamia y el divorcio. Entonces se produce un cambio en cuanto a las
relaciones de género, en concreto la mujer ahora puede “elegir” (antes la
familia elegía el marido), pero a veces era sometida por las presiones de la
“buena” elección.
Acto seguido Le Goff habla sobre dos símbolos de la Edad
Media, el Castillo y la Catedral, el primero era la fortificación para los
caballeros y el segundo la casa de los representantes de Dios, es decir de los
Obispos, ambas estructuras tenían la altura en común para tratar de escapar de
lo “bajo” como su opuesto. Además esto tenía un correlato que era la oposición
entre la ciudad celestial y la terrenal, distinción que recordamos de la obra
de San Agustín de Hipona. El Castillo tenía dos funciones que eran las de fortaleza para defensa de las
numerosas y despiadadas guerras y la de vivienda para la familia del señor, el
sirviente y su familia. En el siglo XI cuando la piedra sustituye a la madera
el castillo adquiere su función defensiva, mientras que entre los siglos X y
XII se pone énfasis en ser un lugar de refugio para el señor y su familia. Esta
importante estructura de la Edad Media deja de construirse por la aparición del
cañón a fines del siglo XIV e inicios del XV, como resultado queda abolida su
función de defensa y se utiliza más para la residencia. En cuando a las
Catedrales su altura también se puede explicar por la intención que era más
bien impresionar al observador con la grandeza de Dios, en ellas se celebraba
misa, se rezaba, se realizaban ceremonias y oficios (cantos a Dios); su
construcción eran pagada a veces por el clero, otras por los burgueses, los
reyes o los señores, pero en general construir una catedral resultaba bastante
caro.
En cuanto a los clérigos se hacía una clara distinción
entre “seculares” y “regulares”, los primeros eran aquellos que por lo general
daban los sacramentos en las parroquias para el pueblo en una determinada
diócesis (territorio) y esta era dirigida por los obispos, mientras que la
segunda estaba constituida por el clero que vivía en soledad y alejado del
mundo, es decir los que vivían solos y por lo regular en monasterios. Por otro
lado tenemos a los laicos que son aquellos que no forman parte del clero y
están divididos en tres grupos, en el primero estaban los señores o nobles,
estos recibían rentas de la agricultura y poseían títulos que incluso venían de
la Antigüedad, en segundo lugar estaban los campesinos o siervos, mientras que
el tercer grupo era la gente que vivía en las ciudades, principalmente los
siglos XI y XII fueron la época en la que se expanden las ciudades, habitaban
los burgos que ya venían del siglo IX y tenían su libertad debido a su
condición de artesanos o comerciantes y a medida que la ciudad se iba
expandiendo estos territorios alejados recibían el nombre de suburbios. Además
estaban rodeados de muros.
En torno a los siglos XI, XII, y XIII se da un cambio en
la economía de la Edad Media, pues las zonas cultivables se expanden en
desmedro de los bosques. Además los productos eran comerciados en las ferias
que también eran internacionales por tanto tenía que haber gente especializada
que se encargue de cambiar la moneda extranjera al equivalente de la zona donde
se efectuaba la transacción, es allí donde se abren paso los banqueros que
inician sus actividades sentados en un banco y posteriormente con la riqueza
que iban formando construyeron los bancos. Entonces Europa estaba colmada de
viajeros tanto por razones intelectuales (para que les copien libros) como por
razones económicas (conseguir productos de subsistencia) y por la fe, es decir
las peregrinaciones para el caso de la religión. A pesar de que en este sentido
el cultivo de alimentos incrementó, el hambre fue un problema recurrente en
este periodo, por lo que la Iglesia se esforzó por desarrollar la caridad y la
solidaridad y que esta fuera puesta en práctica por los clérigos, reyes,
señores, etc., las hambrunas fueron frenadas en el siglo XIII, pero
recrudecieron en el siglo XIV. Las enfermedades también eran algo recurrente,
los bajos estamentos acudían a los curanderos y las brujas para ser tratados de
las enfermedades, pero los burgueses, nobles, y señores eran tratados por
médicos judíos que estaban mejor preparados en estos aspectos, por otro lado
productos de los grandes cambios de los siglos XII y XIII también se abrió
facultades de medicina en las universidades. Las enfermedades más conocidas
eran la lepra (hasta antes del siglo XIV), la Peste Negra (en el siglo XIV y
proveniente del Oriente [Crimea]) y la disentería (tifus), finalmente la
Iglesia había fundado hospitales por impulso de las órdenes mendicantes como
los Dominicos y los Franciscanos.
Por encima de los señores feudales se encontraban los
reyes que fueron ganando más poder en el siglo XIII, estos gobernaban un
territorio bastante reducido e indirectamente reinaban sobre los territorios de
los señores, sus funciones era ejercer la justicia junto con la Iglesia y
mantener la paz y por extensión de declarar la guerra, el rey tenía a su
disposición un ejército real, pero en su mayoría contaba con mercenarios, por
ejemplo recién en el siglo XV Francia pudo constituir un ejército permanente.
En cuanto a la religiosidad es importante mencionar que a
finales del siglo XII se inventa (en el sentido de que no está en la biblia) un
lugar intermedio entre el la muerte y el Juicio de Final, cuya función era
alojar a los que no habían “expiado” sus pecados antes de morir, pero que
podían hacerlo mediante penas especiales y oraciones, misas y limosnas de sus
parientes y amigos.
La relación entre los judíos y los cristianos nunca fue
buena (al comienzo era algo más matizado a diferencia de las persecuciones
contra los cátaros), pero los odios se acrecentaron con las cruzadas por ser el
pueblo que condenó a la crucifixión a Jesús, sin embargo los reyes y los papas
se inclinaban más por una protección hacia ellos a pesar de que les prohibieron
el cultivo de tierra y ejercer diversos oficios, con que los judíos se
convierten en prestamistas y así se incrementa la hostilidad hacia ellos.
Fue en los monasterios y las iglesias donde se difundió
la cultura y el conocimiento, pues los monjes se encargaban de escribir los
manuscritos de la Antigüedad, su función era la de “copistas” o
“intermediarios”, en el siglo XIII el arte ya no estaba en manos de la Iglesia,
sino en la de los artistas de las ciudades. En los siglos XII y XIII se
difunden los Cantares de Gesta, la leyenda del rey Arturo y en el siglo XIV La Divina Comedia de Dante. En cuanto al
teatro, este desaparece en los inicios de la Edad Media por considerarse como
arte pagano y vuelve a aparecer en el siglo XII en los conventos y el XIII en
la ciudades. Como contraste[7]
entre la cultura oficial y cristiana estaba la cultura pagana y “maravillosa”,
como ejemplo se puede pensar en las fiestas, en específico los carnavales, al
final se puede hablar de un sincretismo entre estas tradiciones.
[1] LE GOFF, Jacques (2007). La Edad Media explicada a los jóvenes. Barcelona:
Ediciones Paidós Ibérica S.A., 128 pp.
[2] http://bibliapobre.wordpress.com/2012/03/30/atribuciones-pop-18/.
Consultado el 28 de febrero de 2013 a las 19:00 Hrs.
[3] Ibíd., p.117
[4] https://www.mediafire.com/view/?gfx4xvy5b9r2qio.
Consultado el 27 de febrero de 2013 a las 17:00 Hrs.
[5] Para Le Goff esto es una leyenda debido a que se cuenta con pocos
documentos para la época (dificultando la contrastación de fuentes para este
caso), incluso ya para el año mil las fuentes eran escasas teniendo que
recurrir a los documentos de los monasterios, como bien lo explica G. Duby. En
realidad la Edad Media se caracteriza porque las fuentes enfatizan el hecho
religioso, exigiendo a los historiadores un análisis más profundo de estas para
reconstruir otras dimensiones de la realidad.
[6] Una posible explicación que encuentra Le Goff para el caso de este
bautismo de Clodoveo es que Francia haya inventado esta tradición (en el
sentido que Hobsbawm utiliza esta palabra) para justificar su origen cristiano.
[7] Ver la imagen de arriba.