DOMINGOS SANGRIENTOS
Por Luis Paliza Sanchez
Este es un escrito que lo publiqué para un blog, el 21 de noviembre de 2008 y que tres años después lo encuentro y lo vuelvo a publicar con algunos arreglos y correcciones. Espero que los anime a publicarlos en otros medios. Gracias.
Los domingos del mes de noviembre se vive la fiesta de las corridas de toros. Estas "inocentes" y "culturales" corridas muestran un fatal desenlace para estos pobres animales que previamente son maltratados: le lijan los cuernos, son puestos en arena caliente, sus ojos reciben una cierta sustancia ardiente y al salir a la arena lo único que buscan es escapar de esa situación.
Los espectadores, cabe de paso decir, que son personas de una clase social acomodada, o sea, personas que tienen una educación más privilegiada que el resto de la población, encuentran en esta situación a un toro rudo, salvaje y violento que trata de atacar al torero (sonaría mejor decirle asesino), considerado la atracción del público luego de matar al toro. No es extraño ver que los espectadores lleven a sus hijos y que gastan una buena suma de dinero para ver esta barbarie, esta, según los empresarios, "costumbre tradicional e histórica". Lamentable.
Dentro de este espectáculo se puede ver flamear la bandera peruana junto a la española, que más parece una huachafería, recogida de los más ignorantes empresarios que buscan "hacer revivir la cultura". ¿Acaso, no fueron los españoles que llegaron y destruyeron el imperio incaico, y que con su genocidio masivo, extinguieron el linaje Inca, además de cometer diversas violaciones?, ¿No fueron ellos que implantaron una religión con la acción Divina de asesinar paganos?, ¿No fueron ellos que nos impusieron su idioma y destruyeron el aparato económico y administrativo eficiente para la sociedad inca?, ¿Qué cultura nos enseñaron?, la de matar a un animal. Señores escuchen esto: "La muerte y la tortura no es arte ni cultura".
Así es, estos señores que intervienen a los protestantes "antitaurinos" con ayuda de la policía y delincuentes, pagados por los espectadores para retener nuestra voz de protesta y de denuncia a este sangriento evento. Salimos todos los domingos, desde ya hace más de cinco años, de este mes de noviembre reclamando que se discuta la Ley (en el Congreso) que acabe con este salvajismo. Somos pocos, pero no nos importa. Las arengas son tan fuertes que la cantidad de personas no importa; sino la fuerza de luchar y gritar con conciencia y nuestra razón. Es injusto salir a las calles e ignorar este delito que hacen esas personas que realizan esos circos o espectáculos sangrientos, delito es lo que hace la policía (nuestra cristiana seguridad social) al atacarnos con gases lacrimógenos y los conocidos "pinochitos" y golpear a jóvenes, incluso quitándoles su dinero y pertenencias, eso es el maltrato y el robo que cometen esos que dicen llamarse representantes de la seguridad social.
Espero el apoyo de todos aquellos que están a favor de esta Lucha, que no les asusten con falsos comentarios. No importa tu ideología, tu religión, tu forma de vestir o tu forma de ser, lo que importa es que unidos estamos luchando por una causa: contra el abuso y maltrato al amigo animal.
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